Un Imperfecto Reflejo

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Entre ellos, entre guardianes si se comunican; los he visto pero nunca puedo entenderlos, sus palabras son tan raras que no parece un idioma, es una especie de lengua extraña que suena como distorsión en mi mente.

Para medir el tiempo utilizo simples métodos; los seres que recorren este lugar lo hacen en círculos. Tan sorprendidos como si fuera la primera vez que observaran todo lo maravilloso que les rodea. Ninguno observa al otro, para nosotros no existe nadie más que nuestro Blanco. Entonces ¿Qué me llevó a mí a notar la presencia de los otros?

Mientras que los seres volvían aparecer sorprendidos una y otra vez en incontables ocasiones, yo espero sentada a la orilla de un lago esperando lo imposible. Esperando que ese ser aparezca y comprobar que lo nuestro no es mentira, que nuestra conexión es mucho más allá de lo mental. Pero esperaré lo que sea necesario para volverlo a ver, «para volverte a ver, porque lo prohibido pierde su valor cuando sacrificas la cordura».

Me acerco al agua para jugar un poco con su textura, mi cuerpo no puede humedecerse con el lago, pero disfruto de la suavidad y el roce del agua entre mis dedos.

Sin poder creer lo que estoy viendo, me acerco un poco más para observar mi reflejo. Hay una pequeña mancha oscura en mis perfectos ojos blancos. Esto no es una buena señal. Golpeo varias veces el agua para asegurarme que no estoy viendo mal, froto varias veces mis puños en mis ojos para borrar estas horribles manchas, pero nada elimina la preocupación en mi rostro.

Mi Guardián me observa atentamente, estudia cada uno de mis movimientos mirándome gélidamente. Respira profundo y levanta su dedo índice con lentitud, lo mueve al frente de mis imperfectos ojos acompañado del movimiento de su cabeza. Observo ambas cosas, como se mueven al unísono sintiéndome aún más inferior de lo que me sentía.

Vuelvo a sentarme en la orilla del lago a observar el cielo, tan claro y alegre como siempre pero ya no lo puedo observar con los mismos ojos. «¿Por qué el cielo es azul? ¿Por qué el agua se escapa entre mis dedos? ¿Por qué me estoy volviendo un ser tan impuro?».

No puedo ver a mi alrededor con la misma admiración de antes, porque cada centímetro del Paraíso me abre hacia nuevas preguntas en mi mente. Anhelo volver a sentir la inocencia, anhelo la ignorancia. No pertenezco a este lugar, quizás nunca pertenecí a él.

Continúo observando a los seres caminar en círculos otra vez y me pregunto cuándo lo volveré a ver.

Pero tan repentino es el tiempo como un suspiro. Que sin darme cuenta vuelves a transitar cerca de mí, y con la misma intensidad vuelves a observarme.

Expando mi pecho en un suspiro profundo y me levanto lo más rápido que puedo. Me propongo acercarme a ti. No sé desde hace cuánto, pero algo en mi interior te necesita como necesito mi piel.

Mi Guardián se aproxima acelerado dejando una estela de plumas a nuestro alrededor, tira fuerte de mi brazo y me arroja al lugar donde estaba sentada. Comienza hablarme en su raro idioma y a señalar mis imperfectos ojos.

Me pongo de pie de nuevo e intento controlar el miedo. Niego con la cabeza sin hacer ningún sonido y reto a mi guardián con la mirada

—¡No! —Dice claramente, en mi idioma y erizándome la piel.

Pero nada me detiene, no voy a permitir que el miedo crezca por haber pronunciado esas palabras en mi lengua. Ya me arriesgué lo suficiente «¿Qué más puedo perder?». Todo lo que me ha costado, ya lo he perdido. «Lo he perdido a él»

No voy a dejar pasar esta oportunidad, no te voy a perder de vista otra vez.

Corro hasta alcanzarte y en un milisegundo rozo tu piel. Lo sobrenatural parece abrirse ante nosotros. Destellos y estrellas fugaces desfilan en mis ojos, cegándome y ensordeciéndome durante cortos periodos de tiempo.

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★ SOULMATE. Querida Alma Gemela ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora