¿Qué sucedería si la historia de dónde provienen los humanos te la contaron mal?
Que nos mintieron todo este tiempo sobre eso. Que antes de venir a este mundo, nuestras almas habitaban El Paraíso. Que en realidad nuestro nacimiento, nuestras viven...
—Seca esas lágrimas —susurró mi Guardián, se escuchaba extraño que su voz no estuviera al unísono con otro—, ahora tienes varias misiones en la Tierra. Cuidarla y encontrar a tu Soulmate.
¿Lágrimas? Ese es el nombre de las gotas de agua que brotan de mis ojos. En medio del beso que me dio Soulmate, descubrí que poseen un sabor salado. «¿Así es toda el agua de la tierra?» Con mis manos, limpio mi rostro, respiro profundo, me coloco al frente de mi Guardián y lo observo directamente a sus ojos.
Estira sus manos para que le devuelva mi Libro de la Vida para comenzar con el proceso de partida, como el que observé momentos antes.
No dejo de mirarlo fijamente mientras se eleva de sus manos mi Libro con sus alas invisibles, gira ante mis ojos sin parar.
—¿Sabes que veo en tus ojos? —pregunta sin dejar de observarme. Niego sin soltar ni una palabra y sonríe. Los Guardianes son más parecidos a nosotros de lo que pensaba, excepto por sus cuerpos enormes y flotantes, sus cabellos tan largos que casi se arrastran, sus poderes y sus majestuosas alas—. Veo confusión, dolor, curiosidad, pero sobre todo amor, como nunca lo he visto antes. Muchos estarían escandalizados por ser Guardianes de un Alma Rebelada, pero yo no. Estoy orgulloso de ti, Soulmate. Por eso hice la promesa de abandonar mi puesto de Guardián para convertirme en tu Ángel de la Guarda. Voy a guiarte desde aquí todo lo que pueda para que encuentres tu felicidad en la Tierra...junto a él.
Sin darme tiempo para proporcionarle una respuesta de agradecimiento, chasqueó sus dedos incinerando el Libro ante mí, sorprendiéndome y dando un pequeño salto hacia atrás.
Observar como se consume mi vida sin saber cómo será su final no me importó en lo absoluto. Solo espero morir feliz...y amándolo. Así pasáramos un solo día juntos o muchos años, si me encontraba a su lado mi vida estaría completa.
Vuelvo a fijar la vista en mi Guardián y este me sonríe con serenidad. Puedo sentir la alegría que transmiten sus perfectos ojos blancos.
Estira la mano para acercar su índice a mis labios. Lo toca cuidadosamente y puedo sentir como se crea la hendidura en mi labio superior sin dolor alguno. Todo el dolor que antes sentía, se ha desvanecido. Aquella marca borra mis recuerdos, me convierte en un ser diferente y casi tan puro como lo fui hace mil años.
—Gracias. —Es lo último que digo antes de que se me borre toda la memoria. Mi nuevo Ángel de la Guarda, y antiguo Guardián asiente sin borrar su sonrisa.
Cerré mis ojos automáticamente como si me sumiera en un sueño profundo. Lista para un nuevo comienzo, para una nueva vida en la Tierra, con muchas esperanzas...pero sin su compañía.
Preparada, respiro profundo mientras siento como lo olvido todo. Sus oscuros ojos, el dolor, su voz, su aroma, aquel beso, el Paraíso, nuestros Libros de la Vida, los Guardianes, mi impura alma —que fue quien lo inició todo— y todo el amor que le tengo a él.
La esperanza es lo último que perderé, sé que volveremos a vernos algún día mi querida alma gemela.
Por siempre tuya, mi perfecto y amado Soulmate.
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