1° L I B R O | | S A G A S E A S O N S
"Con ella aprendí que hay amores eternos que duran solo un corto invierno."
Él la conoció en invierno. Jamás pensó que se enamoraría de ella.
Ella se fue en primavera. Siempre supo que no se enamoraría de él...
—Pero es que no lo entiendo... —dijo la peliblanca caminando al lado de Sasuke—. ¿Por qué me has vendado los ojos? —preguntó Miyuki.
—Porque es una sorpresa —respondió el Uchiha con obviedad.
—Espero que no hagas esto porque te doy pena, me sentiría estúpida —advirtió la chica agarrando torpemente la mano de Sasuke.
—Sé que no has estado muy bien últimamente, pero si estás aquí es porque quiero, no porque me des lástima —aclaró él, Miyuki asintió.
Al cabo de unos minutos, el Uchiha detuvo su marcha, ya habían llegado.
—Puedes quitarte la venda —dijo Sasuke.
Miyuki, al quitarse el trapo de los ojos, quedó impresionada. Había un lago congelado, un árbol recubierto de nieve y, unos metros más lejos, una manta con comida para ellos dos.
—¿Has hecho tú esto? —preguntó la joven, Sasuke asintió—. Es increíble, muchísimas gracias —agradeció la chica.
—Pensé que te gustaría verlo. Mientras estábamos en una misión, descansamos aquí —explicó Sasuke caminando hacia la manta, Miyuki le siguió—. Karin insistió en que no te llevara, me dijo que estás muy débil... pero, la verdad es que no quería hacerla caso.
—Karin siempre se preocupa por los demás, tiene un gran corazón —dijo la peliblanca, Sasuke asintió.
—Tengo miedo —dijo Sasuke sentándose en la manta, Miyuki le siguió—. Miedo a que mañana no te despiertes o que no digas nada. No quiero perderte —habló él seriamente, la chica agarró su mano y lo miró directamente a los ojos.
—Prométeme que no te enamorarás de mí —dijo la chica con lágrimas en los ojos—. ¡Te he dicho que lo prometas!
—Lo prometo —habló Sasuke confuso.
—Si algún día no estoy... quiero que seas feliz, que seas feliz con quién quieras, busca a alguien perfecta. A alguien mucho mejor que yo. Busca a alguien que llene el vacío que te dejaré... —habló Muyuki mientras caían lágrimas por sus mejillas.
—Miyuki... ¿por qué dices esto ahora? —preguntó Sasuke.
—Porque quiero que seas feliz. Y sé que conmigo jamás podrías serlo.
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La felicidad es algo indefinido hasta que nosotros nombramos algo que nos hace sentir felices.
