Invierno; 90 días.

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—Eres realmente increíble, Sasuke —halagó Miyuki viendo al Uchiha pelear—. Ojalá yo pudiera hacer eso...

—No es para tanto, además, tú puedes hacer cosas alucinantes con tu cristal —dijo Sasuke Miyuki sonrió tristemente.

—Podía... ya no puedo siquiera comer bien, solo soy un estorbo —comentó la peliblanca, Sasuke la miró un poco enfadado.

—Nunca serías un estorbo —habló el Uchiha.

—Sí, lo que tú digas... ¿podemos volver adentro? Hace frío —dijo la peliblanca, Sasuke volvió a su lado y puso su capa sobre los hombros de la chica.

—Claro, entremos. —El Uchiha agarró la mano de Miyuki y entraron en la guarida.

Hoy, la de ojos azules estaba más distante de lo normal, se veía apagada. Todos lo habían notado. Y aunque trataba de sonreír como siempre, algo había cambiado.

—Sasuke, hoy es un día muy bonito, ¿verdad? —preguntó Miyuki de la nada, Sasuke asintió.

—Sí, lo es —respondió entrando en la guarida para después dejar su abrigo en el perchero junto con el de Miyuki.

—Si me disculpas, Sasuke, me voy con Karin y Suigetsu —dijo Miyuki al ver que habían encendido una fogata.

—¡Miyuki! ¡Siéntate aquí! —dijo Karin palmeando el cojín.

—Sí —respondió la peliblanca sentándose a su lado y calentando sus manos.

—Mañana ya es primavera, qué rápido pasa el tiempo —dijo Suigetsu sonriendo, Miyuki asintió.

—Sí... la verdad es que tengo mucho sueño, ¿podemos irnos a dormir? —preguntó la peliblanca, todos asintieron un poco desconcertados y subieron arriba.

—Buenas noches chicos, dulces sueños Miyuki —dijo la pelirroja sonriendo.

—Igualmente Karin, sueña con los angelitos, o conmigo, que viene a ser lo mismo —comentó la de ojos azules guiñando un ojo, la Uzumaki solo negó con la cabeza y entró en su habitación.

—Sí, sí, buenas noches y tal —habló Suigetsu entrando en su habitación.

—Bueno, buenas noches Sasuke, que duermas bien —dijo Miyuki, Sasuke asintió y ambos entraron en su respectiva habitación.

—Bueno, buenas noches Sasuke, que duermas bien —dijo Miyuki, Sasuke asintió y ambos entraron en su respectiva habitación

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Eran cerca de las once y media de la noche. Miyuki entró silenciosamente en la habitación de Sasuke y dejó una carta en su mesita de noche. Él, que había sentido su presencia, no lo tomó muy en cuenta, pues la chica siempre iba a su habitación cuando tenía alguna pesadilla, supuso que esta vez sería lo mismo. La peliblanca salió del cuarto y bajó las escaleras dejando otra carta en la mesa para todo Taka, no solo Sasuke. Agarró su capa y la puso sobre sus hombros. Sin vacilar, agarró el pomo de la puerta y la abrió, dejando ver una ventisca de nieve azotando todo lo que ella conocía.

Etérea.
Eso era lo que la definía.
Siendo intocable, pues podía quebrarse. Pero a su vez fina y bella.
Y, sin hacer mucho esfuerzo, se vio reflejada en la nieve.
Pues eso era lo que su nombre significaba: "hermosa nieve".

Y Miyuki caminó. A día de hoy, nadie sabe si está viva o muerta. Si llegó a algún lugar y ahora tiene una familia. O si consiguió cumplir alguno de sus sueños, los cuales nadie sabía. Quizás se perdió en la nieve. O escapó de Taka. A decir verdad, nunca nadie podrá saberlo porque Miyuki no dejó nada tras de sí. Miento, dejó un par de notas a las personas que más apreciaba.

Si bien su rastro se perdió, Sasuke jamás podrá olvidarla. La conoció en invierno pero se marchó en primavera, ¿qué clase de monstruo enamora a alguien en noventa días y después rompe su corazón?

 La conoció en invierno pero se marchó en primavera, ¿qué clase de monstruo enamora a alguien en noventa días y después rompe su corazón?

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¿Y si "corazón" fuera solo el superlativo de "coraza"? -Mario Benedetti.

Winter | Sasuke UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora