Oneshot McDanno

Petirrojo

(Aclaración: acá donde vivo, suelen llamar "petirrojos" a los gatos de pelaje rubio, o dorado)

*Mención de John McGarrett *Danny *Steve

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Era uno de esos pocos días en Hawaii que eran fríos y lluviosos, el pronóstico había anunciado tormentas para cada noche de la semana, las abundantes lluvias no cesaban durante el día, pero no era tan grave para levantar alerta de huracán, sin embargo las calles no son el lugar más adecuado para permanecer durante el temporal.

Apenas era el primer día lluvioso, y el jefe de policía ya sentía deseos de que parara, el gran atractivo del lugar era la playa y el clima, que por supuesto ahora no lucían en absoluto. Había sido una jornada tranquila en el trabajo, nada además de unos cuantos asaltos y el robo de un auto... Que al final terminó siendo una simple confusión. John iba manejando su auto de regreso a casa cerca de las diez de la noche cuando algo llamó su atención, al verlo de esa manera sobre la banqueta su pensamiento inmediato fue que se trataba de alguna tela vieja y desechada, pero el vivo de sus colores lo hizo cambiar de opinión, algún instinto le dijo que debía acercarse y estacionó a la orilla, saliendo del auto y a medida que se acercaba comprobó que en efecto no se trataba de algún textil, había un pequeño gatito de hermoso pelaje amarillo, echado en el espacio que dejaban unos botes de basura muy cercanos a un muro de concreto sin terminar.

El policía no pudo evitar sentir lástima ¿Quién dejaría abandonado a un animal así? Estaba a su suerte y con el clima y la falta de comida era un verdadero milagro que siguiera vivo, ya que apenas tenía unos cuantos meses de nacido. La peque criatura levantó la mirada y vio al hombre que se había agachado para observarlo de cerca, temió por un momento que fuera a hacerle daño, pero se encontraba muy cansado para correr, tenía frío y si se movía de su lugar seguramente acabaría mojándose, de nuevo.

--Tranquilo...-- dijo el oficial mientras acercaba sus manos para tomar al gatito --No te voy a lastimar... Vas a venir conmigo-- no podía dejarlo ahí, no ahora que sabía de su existencia.

Se sentía tan suavecito, no pesaba prácticamente nada y su pelaje ligeramente húmedo, el castaño se quitó la chaqueta y envolvió con ella a la criatura, abrió la puerta del copiloto y lo puso en el asiento --Te llevaré a casa...-- explicó una vez que subió al auto y emprendió marcha, pensando en un nombre que le quedara al que ahora será su mascota.

--Danny...--

• *2 años después* •

Steve había vuelto a casa, luego de años, y aunque hubiera preferido encontrar una familia a su regreso, la realidad era diferente, su padre había sido asesinado, se encontraba solo y estaba seguro de que no había muchos que realmente pudieran ayudarle a encontrar a los culpables de todo esto, y si, piensa en plural acerca de esto mientras revisa la casa donde ha estado viviendo su progenitor, en aparente soledad. El comandante siente su corazón apretarse en su pecho a medida que avanza revisando el sitio, cerrado con cintas, pero nadie le va a decir que no puede entrar en su propia casa, y de ser así, puede fácilmente refutar como un oficial superior debido a su rango.

Abrió la puerta del garaje y entró, buscando sin saber qué, hasta que encontró una caja aparentemente de herramientas, estaba a punto de abrirla cuando, de la nada, se escuchó un maullido y lo que parecía ser un gato (por que no pudo verlo antes), le cayó encima, rasguñando sus hombros, espalda, cuello... Con dificultad logró empujarlo, y el felino le gruñó desde el suelo, se veía molesto, totalmente erizado y amenazante con volver a írsele encima en cualquier momento.

--¿Y tú de dónde saliste?-- preguntó el marín, sin rastros de temer algún ataque por parte de la bella criatura, pero sí que le había dado un susto.

Dio un paso adelante para acercarse, pero el gato dio un paso atrás en obvia señal de que no lo quería cerca, entonces el Seal pensó que lo mejor sería ignorarlo, y volvió su atención a la mencionada caja, pero cuando acercó sus mano a ella, un gruñido nuevamente, el pequeño animal, estaba protegiendo la caja que su dueño cuidaba con un recelo bastante similar.

--Tranquilo...-- casi pidió el joven McGarrett, que creía empezar a entender la situación. Se acercó esta vez un poco más rápido y alcanzó a agarrar al gato, de manera que no lo rasguñara en el proceso, quería ver la placa que colgaba de ese collar azul marino "Danny" era el nombre del minino, y del otro lado de la placa estaba grabada la dirección y el número de teléfono de John McGarrett.

Tal vez el comandante Steve McGarrett no estaba tan sólo como pensaba...