Oneshot McDanno

Amante

Por fin volvía a casa, luego de dos días en la funeraria, y el entierro de su querida esposa. El detective entró en su hogar y cerró la puerta tras de sí, afuera el clima estaba frío ya que es invierno y esto es New Jersey, el pronóstico del clima decía que habría una nevada y que se observarán temperaturas muy bajas... Danny ya está acostumbrado a estas cosas, igual que cualquiera que viva en esta ciudad, sólo que justo ahora ni siquiera la casa se siente más cálida.

El rubio dio un suspiro mientras se quitaba el abrigo, lo dejó en cualquier lugar y subió a la habitación que hasta hace tres semanas compartía con su esposa, Rachel. Aún traía puesto su anillo de oro, que lo identifica como un hombre casado, aunque hace un par de días que ya no es así, tampoco se cambió sus pantalones de mezclilla negra ni su camisa blanca de manga larga, sólo se quitó el saco y la corbata antes de dejarse caer en la cama, sintiéndose derrotado, derrotado por la vida, por la maldita suerte que tuvieron ambos... Ahora también se culpaba, sentía que gran parte de este desenlace pudo haberse evitado o al menos prevenido si hubiera puesto más atención a su esposa, si no hubiera pasado tanto tiempo trabajando para darle los lujos a los que la creía acostumbrada y que ella no le pedía, si hubiera hecho estudios médicos a tiempo habría sabido que su esposa tenía cáncer, si tan sólo le hubiera dado más amor, por que siempre se puede dar más amor.

El hombre se llevó las manos al rostro pensando en todo esto ¿Se solucionaría algo llorando? No, llorar no traerá a Rachel de vuelta. Siempre pensó que era más fácil que a él le suceda algo antes que a su amada, nunca se habría imaginado como ahora.

El silencio en casa era tal que podía oír el suave crujido de la madera del piso, encogiéndose por las bajas temperaturas, las gotas de agua empezando a caer del gran aguacero que comenzaba a formarse... ¿Cuánto tiempo pasaría? ¿Existe una fórmula para hacer pasar estos sentimientos y seguir viviendo? Quisiera saberlo, a ratos aunque suene egoísta sería bueno poder olvidar, olvidar que ya nunca verá a la mujer que más ha amado en el mundo.

En su trabajo le dijeron que podía tomarse un par de semanas, incluso un poco más si lo creía necesario (una de las ventajas de no ser el jefe es que no te necesitan tanto). Y así como pasó un día, otro, y otro, y otro más se fueron, el policía se había dedicado a guardar las pertenencias de la dama, en cajas, y no tardó en encontrarse con su computadora portátil, la encendió y activó el salvapantallas que iba mostrando cada imagen guardada en la galería, sentía que necesitaba verla.

Poco a poco iban pasando fotos de los orígenes más variados, había imágenes de ellos dos juntos cuando aún no se casaban, de sus viajes, de su luna de miel, de ella sola, se veía tan fresca, tan llena de energía... Danny miraba la pantalla mientras tomaba café sentado en el sofá de la sala, hasta que algo llamó su atención:
En medio de la secuencia de fotos, apareció una muy diferente de las demás, en ella aparecía un hombre, de cabellos castaños y sonrisa apta para comercial de pasta dental ¿Quién es ese sujeto? El detective puso los dedos en el sensor del puntero y maldijo mentalmente cuando la pantalla de inicio se hizo ver, ahora tenía que buscar entre las cientos de carpetas en la galería, pero su trabajo no fue tan difícil, al encontrarse con una carpeta titulada "Steve", la abrió y encontró más imágenes, de ese tipo y de los dos, ninguna era realmente objetable, solamente se los veía juntos, en un sitio que parecía tener playa (ellos nunca fueron a la playa por que al rubio no le gusta), en algunas se los observa a los dos a la orilla del mar bebiendo cócteles, hay una donde parece que están en un puesto de comida ambulante... En ninguna aparece este hombre tocando a Rachel más allá de un ligero abrazo a la altura del hombro ¿Qué rayos?

"Rachel... ¿Tenía un amante? ¿Cómo...? ¿Desde cuándo?" Ahora la mente del oficial iba a mil por hora, maquinando todos los posibles factores que llevaran a su amada esposa a hacerle algo así, conseguir un amante... Pero si él... Bueno, no pasaba mucho tiempo en casa pero ella nunca se quejó de eso, parecía comprender que necesitaba trabajar mucho.