COLORS ° SHOT| Park ChanYeol

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Eran las dos de la tarde cuando el celular de KyungSoo sonó. Era su día de descanso y nos habíamos quedado en casa, así que supuse que la llamada sería de alguno de sus amigos invitándolo a pasar el rato. Pero su semblante sereno había mutado drásticamente a uno de preocupación y luego a molestia.

Fruncí el ceño, mirándolo, inquisitiva. Él solo negó con la cabeza aun escuchando lo que le decían por celular.

- ¿Qué pasó? -, pregunté cuando la llamada terminó, siguiéndolo por las escaleras, las que subía de dos en dos, dando pisotones.

-Nada-, espetó de manera cortante.

- ¿Cómo nada? -, volví a preguntar tratando de alcanzarlo. Habíamos llegado a su habitación, y buscaba cosas de manera desenfrenada mientras tiraba otras sobre su cama-. KyungSoo-, lo llamé, pero él me ignoró, mientras revisaba su billetera, mirando sus documentos y metiendo dinero en ella.

Tiré de su brazo cuando pasaba frente a mí, listo para escabullirse por la puerta. Ni siquiera me miró, pero de detuvo, soltándose del agarre de mi mano en su brazo.

-JongIn y ChanYeol. Los acaban de tomar detenidos-, explicó-. Iban con JunMyeon. Llevaban drogas-.

KyungSoo no dijo nada cuando me senté a su lado en el asiento de copiloto, incluso su mano se había apretado a la mía mientras entrabamos a la comisaría. Para él debía ser desgarradoramente triste ver como sus amigos se iban hundiendo en la mierda en la que habían prometido no caer. Y sabía lo aliviado que estaba cuando el policía nos dijo que solo JunMyeon portaba drogas, que tanto JongIn como tú solo habían sido detenidos por ir con él y no portar documentos.

KyungSoo ajustó el retrovisor, mientras los miraba de mala manera hacia la parte trasera del auto. Ninguno de los dos le devolvió la mirada. Cada uno parecía concentrado en sus propios pensamientos. Apreté de manera cariñosa la mano de KyungSoo y él asintió, relajándose considerablemente, antes de empezar a manejar.

Y cuando ya nos alejábamos de la comisaría mi vista también se dirigió hacia retrovisor. Tú estabas mirándome, pero no fuiste capaz de mantener tu mirada. A los segundos ya la habías apartado volviendo a consumirte en tus pensamientos.

No sabía que estabas haciendo de tu vida, pero, esto era como un pequeño aviso de como las cosas se podían joder. Siempre habías tenido muchos amigos, siempre había sido fácil para ti ser amigo de todos, pero esa capacidad muchas veces no te dejaba ver realmente a quienes necesitabas en tu vida.

Y más cuando te sentías jodido con ella.

"Dijiste que nunca serías perdonado."