Tres Besos [Adolescencia y Juventud]

716 28 12
                                    

--------------

Ah hola, así rápido, decir que este cap maneja dos tiempos diferentes, uno es donde están en el bosque y otro son los recuerdos, espero en el cap se entienda y no sea confuso notar los cambios. Ya, solo eso, nos leemos, chau

-------------

Con el tiempo, cazar acompañada de Apolo y sus cazadoras, se hizo rutina para Artemisa aunque no era tan frecuente como le gustaría a la diosa. Su hermano seguía estando a cargo del sol, pero en cuanto tenía un día libre, allá llegaba a pasar jornada con ella con forma de lobo, por orden de la misma que seguía sin permitir que se acercara a sus cazadoras, tal como esa mañana.

La cacería de ese día fue éxito y la utilidad de los colmillos de Apolo en el cuello del animal agilizó bastante la muerte para el animal que Artemisa detestaba ver sufrir. Murió sin sentir mayor dolor y emocionada de ver la gran jornada que tuvieron, celebró la cacería del día y olvidándose que el lobo blanco no era uno de sus perros de cacería, Artemisa le rascó tras las orejas antes de ver su hocico manchado en sangre y captar que él llevaba unos minutos lamiéndole la mejilla para untarla de sangre

-¡Deja eso, es asqueroso!- se quejó Artemisa levantándose de inmediato a limpiarse mientras las ninfas alzaban la presa disfrutando discretamente de verla jugar; ajena a ellas, Artemisa se limpió la sangre en el pelaje del lomo del lobo como desquite, este solo le gruñó antes de marchar a su lado de regreso al campamento fuera del templo

Tras ellos que iban a la cabeza, sus cazadoras se miraban con intriga, su señora era la diosa de los animales, pero jamás le habían visto tan cercana a un lobo, de hecho era bastante estricta con ellos, por su naturaleza salvaje y pudieron jurar por un momento, que incluso caminaban sincronizados; Alethea su jefe de tropa, en sus adentros encontró comprensible que aquello fuera posible, eran hermanos después de todo y por mucho que Apolo fuera un lobo, no dejaban de serlo, pero antes de llegar al campamento, Artemisa, vio a su hermano tomar otro camino dejando a la diosa inmóvil

-¿Te vas?- indagó Artemisa con una desilusión que no pudo ocultar y le vio volver con ella para morder un lateral de su túnica y halar para que lo siguiera- vayan ustedes, yo llego después, Alethea quedas a cargo- le exigió a la cazadora que afirmó y el pelotón siguió su camino- ¿a dónde vamos?- quiso saber y no obtuvo respuesta hasta que escuchó el rio y le vio tomar forma humana al acercarse al rio a beber, quedando Apolo hincado sobre una rodilla a la orilla del rio lavándose boca y cuello para quitarse la sangre, la mancha de sangre en el lomo del lobo que había dejado Artemisa cuando se limpió en él, ahora estaba sobre la túnica, notó la diosa que se sentó a su lado antes de sacar el paño que cargaba y le giró el rostro para secarle- se te da bien ser un lobo- aduló

-El sueño de mi vida- ironizó Apolo intercalando mirada entre Artemisa y su concentración de atrapar cada gota antes que mojara el manto blanco o rojo de su ropa- ¿esto es una especie de ritual o porque tanto silencio?- insistió por hablar al darse cuenta de los segundos olvidados en que él solo le vio los labios a la diosa, a lo que ella se quedó inmóvil viéndole

-Todavía no sale, siempre fue un largo camino de regreso, la sangre alcanzó a secarse- explicó con seriedad humedeciendo el paño en el agua levantándole el mentón para insistir en quitarle rastro del rojizo líquido; la vio tragar lento y Apolo volvió la vista al cielo para evitar pensar- oh genial, tenías que clavarle también las garras- renegó al notar que las manos también tenían sangre

-Al menos te evité verlo morir lentamente o tenerle que disparar al corazón, creo que es un "gracias" lo que quieres decir- le echó en cara y Artemisa suspiró haciéndole voltear el rostro- solo es sangre Artemis- le recordó pasándole las manos por la mejillas, a lo que ella se recogió con un escalofrío de asco- no te manché tranquila, igual ya se ha secado- le recordó enseñándole las manos al verla asomarse al agua- ojala no anocheciera- admitió antes de volver a lavarse cuando ella se detuvo en señal de ya haber retirado toda la sangre seca, y más que todo para recuperar su temperatura corporal

Apolo y Artemisa: Una vida contigo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora