Sin Flecha [Adultez]

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Uff como duele subir este cap, porque de algún modo es aceptar que jamás será más que esto y esta en especial si que quería volverla historia, pero es absurdo creer que va a pasar, porque no es el caso, una pena porque le tenía expectativas a todo lo que pudo ser, pero bueno aquí está, aquí al menos sirve de antecedente y evidencia a que alguna vez existió esta idea... tal vez en otra historia, con otros personajes, las musas me cuenten como se buscó y retó al destino creando las flechas perdidas.

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Siendo cercano a él, Apolo simplemente no pudo negarse a escuchar cuando Dionisio llegó a verle al ocaso y aunque el vid siempre era bienvenido en su templo, algo era diferente esta vez, jamás le había visto así, tan sonriente, vital, lleno de energía, con la mirada destellante y casi cuerdo, como para saber que algo muy bueno le había pasado a su hermano e intrigarse por tanta euforia, como para indagar por ello después del saludo

-¿Qué ocurrió?- dudó apoyado en los hombros del castaño que sonrió de nuevo, inhaló, exhaló y volvió a sonreír logrando intrigarle

-Quiero que veas algo- resumió Dionisio y cuando Apolo le afirmó y sin esperar a ver si lo seguía el menor salió con pasos apresurados, pero regresó reteniéndole- nadie sabe aún... es un secreto- encomendó y el rubio le afirmó de nuevo jurándo no decirle a nadie lo que sucediera y solo le vio sonreír de nuevo y volverle a abrazarle como para ser correspondido, ante tanta efusividad como para rozarle el cabello indicándole que salieran- espera, cierra los ojos mejor- pidió y los cerró alcanzando a sonreír cuando sintió a Dionisio tomarle de la mano y llevarle su diestra sobre los ojos- espera ahí, ya vengo y no veas- advirtió echando a correr hacia su carro

Y sin más opción, Apolo esperó con los ojos cerrados la sorpresa que le tenía, como para abrirlos cuando Dionisio le indicó y ni toda la videncia del mundo pudo prepararle para aquello. ¿Quién era ella? Alcanzó a dudar Apolo intercalando mirada entre el par de castaños frente a él, pero entendió todo con solo ver la sonrisa que se dedicaron los fugaces momentos que se vieron y el cuidado con que Dionisio le rozó la mano a la muchacha a su diestra

Y pese a todo, se intrigaba por la anónima, a quien seguía viendo sin reconocerla y mucho menos relacionarla con la madeja de hilo que en sueños veía hilarse y deshilarse sin tregua de un tiempo hacia acá, pero lo supo cuando ella tímidamente bajó la cabeza como saludo y le vio la madeja en las manos como para entenderlo y no tener tiempo de comentarlo, por entrar con ambos a su templo y entre vinos, le contaron como se encontraron

La había encontrado abandonada en una isla, uno de los días en que buscaba desesperado la entrada al bosque que tenía prohibido entrar y tras verse unas veces clandestinamente, la había traido con él al Olimpo y debió decirle que ellos no tenían permitido subir, pero solo pudo sonreír a ambos y beber preocupado por ese detalle como para explicarle aquello cuando quedaron solos y con ayuda del ingenio de Hermes le encontraron solución. Por ahora, ella aun era mortal, así que por mucho tiempo, siguieron siendo amores lejanos, Arianda como la amada de un dios, que descendía con frecuencia a la tierra, hasta el día en que el ciclo de la vida se cortó y Hermes la llevó al Inframundo por el camino más largo de todos para darle algo de tiempo a Dionisio

Y tal como lo vio venir desde hace tanto, Apolo comprobó que Ariadna sería una diosa, después de tanto tiempo guardando el secreto, al fin Dionisio mismo se decidía a contarles de ella al panteón y pedir que fuera inmortal para quedarse con él y estando a su diestra, como punto a apoyo y cordura del Vid, esa escena se le hizo terriblemente conocida y un sabor amargo le quedaba en la boca al dios de la luz al pensar en ello.

Se alegraba por su hermano y esperaba que Dionisio a diferencia de él, si tuviera esa suerte y que le concedieran, lo que él hace tanto también había pedido y le fue negadoa. Así fue, logró sonreírle y apoyarse en sus hombros antes de despecharle con una orden concreta, "Ve por ella" le ordenó y yéndosele encima Dionisio solo abrazó y subió a su carro para retomar camino

Apolo y Artemisa: Una vida contigo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora