Los días seguían pasando y ella seguía preguntandose ¿Qué tenía a él que importarle una ninfa? ¡Era una NINFA! Una absurda ninfa de esas que corren, ríen, son delicadas y tontas... y ¡ni siquiera la acompañó a cazar! ya le había dicho su nombre, el trato era ese, pero mejor que Apolo no fue tras ella, porque en ese momento Artemisa estaba segura le habría disparado exigiéndole saber ¿Qué tenía de importante esa... esa... esa Daphne? Cómo fuera nada de ello debía importar, allá él con su demencia, se obligó a despejar la mente y centrarse en cazar
Cazó tres conejos, un cervatillo y terminó lanzando piedras al rio disgustada, jurándose que al final si habría sido mejor que Apolo estuviera en el bosque para cazar al ciervo y no por una ninfa; simplemente no era capaz de calmarse, ni siquiera sabía porque estaba molesta, solo lo estaba, con el sitio, con el silencio, con las ninfas, ¡ODIABA LAS NINFAS QUE SOLO ERAN NINFAS! Sus ninfas eran cazadoras, curaban, protegían, ¡Eran útiles! Luego estaban esas florecitas absurdas, delicadas y sosas que lloraban por todo, que eran débiles... Esas que parecían volar al correr y danzar... ¿danzar? ¡Eso era! captó de repente
Eso debía ser, solo encontraba esa mirada destellante en los ojos turquí de Apolo cuando se trataba de arte y ante esa revelación, sonrió con burla y empezó a lanzar las piedras al río ya divertida, mientras aseguraba que esa tarde no cazaría, no tenía mente para ir tras el ciervo que pidió Hades, tendría que hacerlo mañana... por ahora, la ninfa absurda de cabellos negros y piel nívea la volvía a ver cómo una cualquiera... tal vez porque era la mejor del grupo es que sobresalía tanto a los ojos de Apolo, interpretó y se sentó a la orilla del rio a mirarse en el agua largo rato, mientras se trenzaba el cabello ahora rubio platinado y esa nueva imagen, la entristeció cómo nunca antes
-Era azabache azulado como el manto nocturno y brillaba como una noche estrellada, lo sé, lo recuerdo perfectamente y si algún día lo olvido solo deberé ver a mi madre de quien heredamos su cabello y así mismo era el de Apolo... ahora es así- sonrió con una mueca melácolica y dólida, pero suspiró- el suyo dorado cual oro o trigo y el mío blanquecino- comentó a nadie viendo las puntas de su cabello- el de ella en cambio, solo es negro- se prometió con despotismo recordando la mirada de su hermano y necesitada de calmar la punzada de su pecho comparándose con la ninfa- solo es ella con su cabello común, su rostro típico y un delicado vestido que la hace ver tan graciosa bajo los rayos del sol- despreció a la eludida ninfa- el cabello suelto es incómodo para cazar, no para danzar, lo sé mejor que nadie... por eso ella gira con encanto dejando su melena suelta, ¿Qué se puede esperar de alguien así? Solo es una ninfa, absurda y básica... pero ella danza, o eso cree- burló con altivez viendo el cielo- yo inspiro la danza, la misma con la que ella se ve tan grácil, a mi lado se vería burda intentando interpretar una melodía de Apolo- se dijo y no pudo evitar un pequeo puchero, sabía que debería estar molesta, pero solo estaba triste y eso la frustraba más, porque no entendía por qué- tal vez si le gusta el cabello negro, pero no es que el rubio sea algo malo ¿no?- le preguntó a su reflejo extrañando su cabello antes de ser cambiado por tirar el carro de Selene llevando la luna
Solía ser así y no tenía comparación, ni siquiera el voluminosos y brillante cabello rubio de Afrodita o el castaño de Atenea liso, suelto y volátil, se comparaba con lo que era el suyo, el suyo, ondulado, negro azulado solía estar esparcido sobre Apolo cuando lo tenía suelto y era una manía de él acariciarle el cabello hasta que la hacía conciliar el sueño y aquello, es algo que no se lo permitía a nadie más, pero Artemisa misma sabía que su cabello en ese entonces era hermoso, Apolo se lo decía seguido cuando le hacía hincapié de llevarlo suelto, pero ella se la pasaba recalcando que era imposible, así no se podía cazar, pero cuando no cazaba, la grácil cascada de la noche le caía hasta las caderas para dicha de su hermano... Ahora nada de eso importaba ya, se recordó Artemisa retomando su camino, si Apolo quería ver a la ninfa absurda que lo hiciera, a ella ni siquiera tenía porque importarle, juró, exhaló frustrada y se levantó para volver al templo donde estarían sus cazadoras y para su sorpresa, encontró el lugar solo... casi
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Apolo y Artemisa: Una vida contigo [Completa]
FanficCapitulos autoconclusivos sobre diferentes momentos vividos por los gemelos del Olimpo. -------------- (Portada elaborada por -JAZVAL- https://www.wattpad.com/user/-JAZVAL- Imagen de portada, hecha por arbetta: https://zeldacw.tumblr.com/)