Sonreí al ver a Yunho esperando.
Pero algo dentro de mi me hizo parar.
Vas a hacerle daño, al igual que al resto.
Apreté la mandíbula y seguí caminando hacia él.
Cuando él me vio sonrió ampliamente y abrió sus brazos.
Corrí hacia él y me abracé a su cuello.
Él comenzó a dar vueltas conmigo en el aire mientras reía suavemente en mi oreja.
- Buenos días princesa, - habló una vez me dejó en el suelo - te extrañé.
No pude evitar sonreír, y dar el paso.
Me puse de puntillas y lo hice.
Uní nuestros labios en un simple toque pero que me hizo sentir viva por dentro.
Se va a alejar de tu lado y vas a estar sola de nuevo.
- Te quiero muchísimo Seulbi, no sabes cuánto - susurró y volvió a unir nuestros labios.
Esta vez en un beso.
Un cálido beso.
Un beso que revolucionó mi interior.
Un beso que descongeló mi corazón por completo.
Un beso por la persona que ahora y siempre va a ser la más importante.
Un beso por Jeong Yunho, mi salvador.
Quien reconstruyó mi corazón de forma lenta pero segura.
Yunho, quien me ayudó a escapar de mis problemas mentales.
Yunho, quien me hizo ver quién era importante en mi vida y quien no lo era.
Jeong Yunho, el amor de mi vida.
Y voy a estar eternamente agradecida de este chico.
- Te quiero muchísimo - susurré contra sus labios antes de unirlos de nuevo.
Fin.
