capitulo 3

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Zeth

Ser el alfa no seria fácil, eso ya lo sabía y mas porque llevaba toda mi vida preparandome para serlo. Sabía que al ser el único hijo del actual alfa ese cargo caería en mi tarde o temprano, desde pequeño soñaba con serlo y cuando mama enfermó y los brujos dijeron que ya no tendrían mas hijos, supe que ese puesto era mío.

Entrenar era lo mas importante para mí, no quería defraudar a mi padre. Así era mi vida hasta que mi madre murió. Todo se vino abajo, mi padre comenzó a perder el juicio y el consejo decidió que era hora de que el nuevo alfa gobernará. Estaba listo para aceptar mi puesto hasta que en la primera reunión me informaron que para poder ser el alfa, debía encontrar a mi mate, fue ahí donde todos mis planes fracasaron.

Yo no quería encontrarla, no la necesitaba. Había crecido escuchando hiatorias de como encontrar a tu mate era lo mejor que te pudiese pasar. Pero yo no creía nada de eso, se me hacía estúpido eso de que encontrar a una persona que jamas hallas visto en la vida y de pronto todo giraba alrededor de ella. No era así como quería que fuera mi vida, yo quería vivir con la persona con la que me enamorara por elección propia, que empezaramos como amigos y después viniera el deseo de pasar mi vida con ella, no porque mi bestia interior deseaba estar con esa persona, obligandome a soportarla.

Pasaron años en los que los mejores brujos lanzaban hechizos buscándola pero fracasaron. Mi padre estaba cansado de liderar y yo quería hacer algo pero nada funcionaba, intente de mil formas convencer a los viejos miembros del consejo para que pudiera ser alfa sin encontrar a mi mate, pero la respuesta siempre fue la misma, NO.

Así paso mucho mas tiempo, hasta que un día uno de los brujos nos avisó que tenía una pista, al parecer la habían encontrado. El brujo solo nos indico el pais y me enfureció que no pudiera darme mas detalles. Después de todos estos años había cambiado de opinion y ahora si quería encontrarla, no por emparejarme, nada de eso, si no porque de una vez por todas quería quitarle ese peso de en cima a mi padre.

Los ancianos confiaban en que estando cerca mi bestia me ayudaría a encontrarla así que emprendimos el viaje con Connor, mi mejor amigo y el que sería mi beta cuando yo tomara el cargo, dos lobos de rango medio y dos omega.

Cuando llegamos supe que mi mate estaba cerca, mi bestia no me dejaba dormir, tenia pequeñas visiones de ella aunque nunca pude verle la cara. Tenía pequeños destellos de visiones donde me marcaba algunos lugares, algunos letreros con nombres de ciudades, después pueblos y por ultimo calles. Mi bestia me indicaba el camino a seguir.

Me dí cuenta que aun estaba lejos de ella, asi que no dormimos en los siguientes tres dias hasta que llegamos a un pueblo casi olvidado por la humanidad, estaba rodeado de bosque, acepto que hasta me agrado.

Tuve una visión de ella en un tipo de bar y depues de investigar no fue difícil llegar hasta el, puesto que solo había un lugar asi en ese pueblo.

Al entrar mire hacía todos lados buscándola, hasta que mi bestia rugió ante su presencia. Estaba allí parada detras de la barra. Era de verdad hermosa, cuando por fin logre ver su rostro mi corazón se detuvo. No era muy alta, pero tenia un hermoso cabello rubio que le llegaba en unas pequeñas ondas hasta casi su cintura, un rostro tan blanco que parecia de porcelana y sus mejillas un poco teñidas de rojo talvez por el frio que hacía, su cuerpo no podia apreciarlo muy bien detras de esa barra, pero parecia un poco delgada, era perfecta. O eso creí hasta que agudice mi olfato y la decepción se hizo presente. No había lobos en ese lugar.

Una Simple Y Débil HumanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora