Una Simple Y Débil Humana

capitulo 4

SAMANTHA

Después de que Zeth y su padre se marchara, subí a la habitación de mi padre. Juro que ya había pensado como le diría pero cuando lo vi ahí, recostado, son una sonrisa, que se notaba que le costaba mucho esfuerzo, todas mis ideas se vinieron abajo.

Termine por contarle que había conocido un chico hace tiempo ya y que ayer me habia platicado de un asombroso tratamiento que podía ayudarle con su enfermedad. El había estado atento a toda nuestra platica y me sentí culpable por la chispa de ilusión que le había causado.

Mi padre estaba enfermo de sus huesos, tenia una enfermedad llamada paget, tambien conocida como osteítis y le afectaba mayor mente en la calumna vertebral. Era por eso que no podía mantenerse en pie.

Su tratamiento era caro y habiamos tenido que vender nuestra casa para poder pagarlo y tuvimos que mudarnos a una pequeña y vivir la vida mas modestamente.

Le había dicho que el único problema era que teníamos que viajar pero que mi amigo se habia ofrecido a ayudarnos con los gastos y nos dejaría quedarnos en su casa.

- Eso es extraño ¿no?.- Mi padre era un hombre muy inteligente, sabía que no se la tragaría asi de facil.- Segura que es solo un amigo.

Sonrió un poco y después intento levantarse un poco de la cama, a lo que yo le ayude un poco para que se acomodara.

- Bueno, talvez sea un poco más.- Le dije mientras acomodaba su almohada detras de su cabeza, quizá pensando eso lo tranquilizaría un poco.

- Me alegra que vivas tu vida y dejes de pensar que el mundo gira alrededor de este viejo pura polilla.- Me tomo la mano.- Si crees que es lo mejor, yo te apoyo.

Le sonreí y le di un beso en su frente. Lo amaba tanto, era lo mejor que me quedaba en el mundo, lo único. Y talvez de todo esto algo bueno saldría y a mi padre no le faltarían sus medicinas porque se veía de lejos que Zeth tenia dinero, su ropa se veía cara, su perfume y que decir de ese auto.

Charlamos un poco con mi padre, me pregunto como era y si se portaba bien conmigo. No me gustaba mentirle a él, pero no quería asustarlo y decirle toda la verdad y que apenas lo conocí ayer y todo ese lío del asesinato. Decidí que era mejor omitir esos detalles. Se sorprendió un poco cuando le dije que nos iríamos esta misma noche pero termino aceptando.

Eran las ocho de la noche cuando oímos aparcar un auto afuera, me asomé por la ventana y supe que eran ellos. Habíamos terminado de empacar hace un rato ya, tampoco es que tuviéramos muchas cosas y solo llevaríamos lo necesario.

Tocaron la puerta y yo abrí.

- Hola, ¿están listos?

Zeth estaba parado ahí, se veía realmente muy bien  con ese abrigo oscuro encima de su ropa y entonces me di cuenta que nos dirigiriamos aun lugar frio.

- Hola ... Amm... Si.

Siempre me veía y sentía tan estupida cuando él estaba cerca. No sé por qué... Simplemete mi boca, no podía completar una oración.

- Bien, vamos entonces que el camino es largo.- Me sonrió y entonces me pregunte ¿cuál era el verdadero Zeth? el amargado y grosero o el amable y sonriente. Me confundía aveces.