Capitulo 21

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Samantha

La blanca y fría nieve caía sin parar. Definitivamente está mañana sería fria, aún más que las anteriores.
El enorme abrigo que traía no alcanzaba a quitarme el frío, ¿Cómo lo haría? El frío que experimentaba no era solo externo, me la pasaba encerrada en esta habitación sola, no me apetecía salir y encontrarme con esa mujer.

Estos días había convertido la mansión en todo un circo, hacía lo que le venía en gana, nadie podía negárselo, después de todo era la futura madre del hijo del Alfa supremo. Connor decía todo el tiempo que yo podía evitarlo, aún cuando ella llevara un hijo de él, yo seguía siendo la luna de esta manada y podía hacerme respetar pero la verdad no tenía fuerzas para hacerlo. Lo intenté, juro que si. Pero ver a Zeth apoyarla y ponerse en contra de mi me desarmaba y cuando me dijo que se cambiaría a la habitación de ella realmente me destrozó, ¿Cómo podía hacerme esto?.

Karina y Lía me hacían compañía de vez en cuando. Me había estado sintiendo mal y se lo atribuía a todo lo que estaba pasando.
Karina, su abuela y Simón habían regresado a su cabaña, pero ella venía a visitarme seguido, aún que yo sabía que de alguna forma, era solo un pretexto para encontrarse con Connor. A ella le gustaba aunque aún se encontraba en la etapa de la negación. Después de la cita que tuvieron hace algunos días las cosas habían cambiado para ella.

Escuche a alguien golpear la puerta de la habitación, pero yo no me moví, seguía ahí para en el balcón observando la nieve caer.

- Dios, te vez horrible.- Me giré para encontrarme con Karina y Simón entrando a la habitación.- ¿No has dormido verdad?

- A mí también me da gusto verlos.- Fingi una sonrisa mientras los dos salían al balcón, Simón casi igual de abrigado que yo.

- Debes dormir.- Insistio Karina.

No le dije nada mi vista se posó en la mujer que entraba a mi habitación. Era una de las mujeres que se encargaban del servicio.

- Señora vengo por la bandeja de comida.- Asenti y ella se dispuso a pasar por la bandeja.- Otra vez no probó bocado eso no le hará nada bien.

Karina me miró de mala manera. Tenía suficiente con ella diciéndome que debía dormir, ahora está mujer le había dado otro motivo para molestarme.

- Lo siento no tengo apetito.- Ella pasó cerca de mi con la comida que no había tocado y el olor provocó unas náuseas en mi.

No había comido porque la verdad es que me daba asco todo, no sabía el motivo yo siempre había sido de buen comer. Trate de disimular mi malestar, no quería que la mujer pensara que su comida me daba asco.
Ella terminó por retirarse y al fin pude respirar mejor.

- Samy deberías...

- Estoy bien deja de preocuparte por mi.- La interrumpí.- Mejor dime si Abdón les ha dicho cómo romper ese hechizo.

- Mi padre nos a dicho que es casi imposible romperlo, que se necesita a un brujo muy poderoso, aún si Karina y yo unimos fuerzas ese hechizo podría matarnos.- Simón me miraba con tristeza.

- Así que será definitivo.- Me gire dándoles la espalda.

- No, seguiremos buscando.- Sentí la mano de Karina en mi hombro.- Y si no encontramos la manera Simón y yo lo intentaremos.

Una Simple Y Débil HumanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora