~12 capítulo~

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Narra Tarifa

Era lunes de la tercera semana ya, cuatro días antes del baile y seis antes de la competición.

Hoy iba a reunirme con Laia en la entrada ya que se estaba cambiando las vendas, iba por el pasillo y pude ver a Lea a lo lejos, como siempre caminando tranquila y sola, hoy llevaba unas mallas bastante marcadas y un top con un escote tremendo, no muy apropiado para la situación en la que estaba.

Cuando se posicionó a mi lado, echó todo su peso hacía mí, dejándome inmovilizado contra la pared, empezó a besarme buscando una correspondencia en mí que no llegó a encontrar.
Intentaba soltarme de su agarre pero mi intención tampoco era hacerle daño, hasta que vi a LJ pasar por nuestro lado a paso ligero.
En ese momento empujé a Lea haciéndole caer al suelo para después salir corriendo en busca de LJ.

La encontré con Javi y Manu hablando animadamente.
Javi al verme me lanzó una mirada de decepción.
-Oye LJ, puedo explicarlo, no es lo que parece-le pedí.
-No tienes nada que explicar, estabas ocupado así que decidí no interrumpir y esperarte a bajo-su rostro mostraba indiferencia.

Al irnos Javi y Manu me miraban con decepción y tristeza.

LJ no abrió la boca para entrenar, solo obedecía.

Tampco cenó, no quiso.

Al volver a la habitación me senté en el sofá donde Laia escribía.

Cerró de golpe la libreta al verme y me miró fijamente a los ojos.
-¿Podemos hablar...?-le pregunté.

Narra Laia

-Claro-dije mirando lo a los ojos.
-A ver, lo que viste antes, Lea se ne lanzó y quise apartar la pero tampoco quería hacerle daño-hizo una mueca como esperando a que dijera algo.
-Igualmente me habría dado igual, es tu vida-dije, en ese momento confirmé que no me gustaba no sentía compasión hacía él.

-Bueno...-dijo rompiendo el silencio incómodo que se había creado-¿ya sabes con quien vas a ir al baile?
-Ya lo he dicho, voy sola-repetí.
-Ya, claro.
-Igualmente si quisiera podría encontrar una pareja en menos de un día-vacilé.
-Ja¿Con quién?-me vaciló.
-Por ejemplo...tú-le respondí tajante.
-¿Qué te hace pensar eso?-respondió con esa maldita sonrisa suya.
-Javi ya ha dejado como 50 cartas y todas con el título de:¿Quieres ir conmigo al baile? No has abierto ninguna y hay ofertas muy buenas, como, la capitana del equipo de animadoras hasta la presidenta del consejo estudiantil y en nada van ha aparecer más.

Justo sonaron unos golpecitos en la puerta, abrí esta y apareció Javi con dos cartas en la mano, se las cogí de la mano.
-Son de Tarifa-dijo obvio.
-Lo sé-dije muy borde.
Seguidamente desapareció por la puerta y rompí la carta para poder leer el interior de la dicha.
-La capitana del equipo de voley femenino y la hija de la subdirectora-leí en voz alta.
Tarifa se quedó sin palabras, sabía que todo lo que decía era cierto.

Dejamos allí el tema y dormimos cada uno en una punta de la cama lo más alejados posible.

El tiempo pasaba y cada vez hablábamos menos, solo para entrenar. Olivia y yo habíamos ido anteriormente a comprar los vestidos para el baile.

Yo elegí uno negro de falda larga con escote barca, de zapatos llevaría unas vans old skoolb negras que deseaba des de ya hacía tiempo.

Eran las 6 de la tarde, entré al baño a cambiarme y al salir no vi a Tarifa, así no lo podría identificar, ya que en ningún momento me enseñó la máscara que llevaría.

Al salir vi a Olivia en la puerta hablando con Javi.

Me acerqué a ellos, Javi se quedó mirándome con la boca abierta.
-Cierra la boca que se te cae la baba-dije dirigiéndome a Olivia y pasando por delante de Javi.

Al llegar a la entrada del ala este habían dos profesores , entregamos nuestras tarjetas de estudiantes y pasamos.

A medida que nos acercamos al gimnasio, veíamos a más parejas o no parejas, directamente mucha gente liandose y estampados contra la pared, taquilla o a lo que se podían agarrar para no matarse, la escena me parecía ridícula y propia de una película, se oía la música a todo volumen, sinceramente al entrar ya se oía pero no hasta tal punto de dar la sensación que la cabeza te iba a explotar o con ganas de estamparla contra la pared. En ese momento prefería morir entre terribles sufrimientos a aguantar esa mierda.

Al empujar las puertas de color rojo del gimnasio vimos todo abarrotado de gente, olía a una mezcla de sudor y alcohol, también a vómito, el conserje estaba en una esquina del gimnasio durmiendo apoyado en la fregona, no se como puedo dormir con esa musica.

Lo último que supe de Olivia fue el momento en que gritó:
-¡Luego te llamo!-solo asentí, sabía que eso no iba a ocurrir nunca.

Al sentirme fuera de lugar me desplace hacía una esquina tranquila donde había gente en la misma situación que yo.

Al llegar vi unas cuantas sillas, me senté y empecé a entablar conversación con una chica llamada Sofía, esta le había obligado a venir su amiga y luego que esta desapareciera, en total, igual que yo.
Al poco rato observé que todos los chicos iban con el mismo esmoquin, solo destacaban las máscaras de colores.

El tiempo pasaba, la gente yendo y eso cada vez se parecía más a una discoteca, aún que la sala iba vaciando se seguía viéndose igual de llena.

Cuando estaba hablando con Sofía ne vino a la mente los chicos, que quizás estarían camuflados pasando desapercibidos, pero de repente un chico se acercó a Sofía y la invitó a bailar, yo le asentí dándole mi aprobación, esta se fue contenta, no la volví a ver más.

Después de un rato largo se me acercó un chico y se sentó a mi lado sin preguntar.
Este iba en esmoquin y con la típica corbata negra, lo que más me gustó fue su máscara, combinaba a la perfección con mi vestido.
Esta era negra con brillantes blanco y grites, tipo antifaz.

Me quedé analizandolo para saber si me tenía que preocupar o no, ese chico no me sonaba de nada, llegué a la conclusión que no era peligroso aún que igualmente iría con cuidado.

Finalmente se levantó de la silla, arreglando se los pantalones, y al fin preguntó.

-¿Quieres bailas conmigo?

Nunca supe decir adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora