–Jessica... –dijo Rick llamando a la puerta.
–¡Lárgate! –contestó la pelirroja desde el otro lado del cuarto. Llevaba todo el día encerrada y Rick solo podía escuchar su sofocado llanto.
–¿Podemos hablar, por favor?
–¡Por última vez: no!
Rick se apartó de la puerta y se pasó una mano por el pelo. No quería estar peleado con ella, y no se le ocurría manera de arreglar las cosas. No entendía a las mujeres. No había tenido esposa, ni hija... Y sus pasajeras novias nunca habían buscado relación formal. Así que no había pasado mucho tiempo con ninguna.
Agarró su lanza portales y fue al bar que frecuentaba visitar. El cantinero, un alienígena de un solo ojo, le sonrió al verlo.
–¡Hola, Rick! –le saludó– ¿Qué tal todo?
–Sírveme lo más fuerte que tengas, Gavin... –respondió el caza recompensas sentándose frente a la barra. El cantinero le despachó rápido la bebida y se la sirvió.
–¿Es una mujer? –le preguntó. Rick agarró el vaso de mala gana y se lo bebió de golpe.
–Eeh... algo así... –contestó moviendo el vaso en señal de que le sirviera más.
–¿Quieres hablar de ello? –inquirió Gavin rellenándole el vaso.
–Dije e hice muchas estupideces que la lastimaron... –admitió el caza recompensas dándole un sorbo a la bebida– No sé qué hacer ahora...
–Es la primera vez que te veo así de preocupado... Pero lo único que puedo aconsejar es que hables con ella.
–¿Cómo? ¡No quiere ni verme!
El alien volvió a llenarle el vaso y Rick se lo bebió de un trago.
–Debes buscar el momento... –dijo el cantinero sirviéndole nuevamente– Debes disculparte, corregir las cosas malas que dijiste diciéndole cosas buenas. Y ¿por qué no? un regalo que la anime.
–¿Y es todo?
–También háblale de ti... de como te sientes.
Rick rodó los ojos y se tomó aprisa el alcohol. No le gustaba hablar de sus sentimientos, si es que los tenía. Nunca había externado nada con nadie y no pensaba hacerlo. Se puso de pie y tras pagar a Gavin se marchó.
Llegó al apartamento ya avanzada la noche. Había pasado a comprar unas cuantas cosas. Tocó la puerta del dormitorio y no obtuvo respuesta. Había respetado la privacidad de la joven todo ese tiempo pero de verdad necesitaba hablarle, así que se atrevió a entrar.
Jessica estaba acostada, cubierta con las sábanas y dándole la espalda. Rick fue hasta la cama y se sentó en la orilla, luego con cuidado puso las cosas que le había comprado junto a ella. La pelirroja las miró sin decir nada. Eran una caja de bombones de chocolate y un peluche con forma de un monstruo o pulpo o algo así, pero se veía tierno.
–Lo siento, nena... –comenzó a decir Rick– Lamento las cosas que te dije y lamento haberte tratado así... Soy un imbécil lo sé... y sé que no me vas a perdonar y supongo que estás en tu derecho...
Hizo una pausa para pensar en que más decir. Ya había hecho lo del regalo y se había disculpado ¿Qué seguía? Ah, sí... decir cosas buenas de ella.
–Eres... muy linda conmigo... Cocinas como los ángeles y no merezco que me hagas el desayuno...
Se detuvo nuevamente. No sabía que más cosas buenas decirle. Ahora sólo quedaba hablar de sus sentimientos y no quería, pero una parte de su ser deseaba externar aquello, al menos una vez. Soltó un largo suspiro y siguió hablando.
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Bounty hunters AU
FanfictionLas aventuras de Rick y Jessica. Un par de caza recompensas que se meten en todo tipo de problemas xd Si vienen por Rickorty, están en la historia equivocada :/ Para más información visiten mi libro de "Kosas" en el apartado "Nuevo AU" Dibujo de la...