ᴛᴡᴇɴᴛʏ-ғᴏᴜʀ

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"ーEijirō, ven aquíー"

Una orden directa, firme, y fría.

Bakugō jamás lo había tratado así, jamás le había ordenado algo, no de esa forma, sus palabras siempre habían sido duras, pero jamás había una mala intención detrás de ella, y ahora, con una simple mirada, con un tono casi irreconocible, se sintió mal, poca cosa, minúsculo, inservible.

Se levantó de su lugar, como si unos hilos guiaran sus movimientos y le llevaran hacia Bakugō, pero aún así estaba consciente. Llevó al niño con algo de fuerza en sus brazos, como si le protegiera. No, se estaba protegiendo a si mismo, sabía que lo más importante ahora en la vida de Bakugō era ese niño, el pequeño rubiecito que se abrazaba a su cuello, ese hermoso niño que le robó el corazón tanto como su padre o más. Quizás podría vivir si Bakugō le rechazaba. Le dolería, claro que sí, pero podría enfrentarlo, simplemente no era correspondido y ya, pero si ese bebé, si su hijo le era arrebatado... Su corazón se oprimió, sintió como si unas manos le rodeaban y querían llevarse el niño. Y allí, sin querer, lo apretó un poco más contra su cuerpo.

ー¿Papá? ー

Solo intercambió una mirada con su niño antes de verlo y escucharlo llorar con mucha fuerza ¿¡Qué tontería había hecho!?

ー¿¡Shoriki!? ¿Qué pasó? ー

Bakugō corrió hacía ellos, quitando de inmediato la mala cara que tenía. Intentó tomar al pequeño, pero este activó sus llamas y se alejó de inmediato.

ー¡No! ¡Pá no! ¡Pá no gusta! ー

Solo necesitó esas palabras para detener toda intención de Bakugō de cargar al niño. Kirishima también sintió el dolor del niño, porque eso fue directamente su culpa, sabe bien que el niño solo estaba expresando lo que tenía dentro de él.

ーS-Shoriki, tranquilo pequeño, tranquilo ー

Su voz tembló, intentó besarle la cabeza, calmarlo, pero nada funcionó.

Todo se quedó en silencio cuando un fuego de color rojo se puso frente a ellos: era Todoroki, agachado a la altura del niño.

ーSomos igualesー

ー¿Iduales? ー

ーSí ー

Era como arte de magia. El niño había dejado de llorar y tímidamente estiraba su mano, esa mano llena de fuego hacía el fuego ajeno, ese mismo que Todoroki controló lo mejor que podía para impedir hacerle daño.

Todos allí lo sabían, había una conexión allí.

ーLo cuidaré, vayan a hablar ー

Bakugō asintió, tomó al niño de los brazos de Kirishima de un solo impulso y se lo pasó a Todoroki. Más no paró allí, si no que tomó la mano de Kirishima para llevarlo a su oficina privada, esa que estaba llena de diseños de tatuajes, esa que tenía información de bebés y muchas fotos. Estaban allí Deku, sus padres, una solo él con su madre, él con el bebé y muchas de Shoriki. Habían de Kirishima con Shoriki y Bakugō, de esas que le había sacado Deku o Mitsuki, pero había una que llamó mucho más la atención de Kirishima, una dónde estaba él con el bebé en los brazos, durmiendo ambos en una posición muy parecida, acunados uno contra el otro. La foto estaba de arriba, se notaba que Bakugō la había tomado.

¿Por que esa era la más grande?

El silencio invadió el lugar. La poca luz que entraba allí hacía que todo ese lugar se sintiera irreal. Bakugō estaba apoyado con su trasero sobre el escritorio, pensando. Oh, lo sabe, lo sabe bien. Sus ojos le demuestran que no sabe qué decir, le muestran que está eligiendo con mucho cuidado sus palabras. Lleva tanto tiempo observándolo que sabe que hay algo que le molesta, hay algo que quiere decir pero ni él sabe cómo decirlo. Ama eso de él, ama cómo aprendió a cortar su mal humor para cuidar lo que dice. Ama como sus ojos muestran todo lo que quiere decir.

ーEs la primera vez que vengo aquí ー

Comentó con calidez, caminando con calma hacía el escritorio al lado de Bakugō, donde tomó esa foto dónde estaba Bakugō junto a Shoriki. Esa fotografía que él sacó la primera vez que fue a verlo, la primera vez que vio a Bakugō hacer dormir a Shoriki, esa vez que tuvo su vínculo con el pequeño. Era tan linda la fotografía que no podía evitar sonreír al verla.

ーEs normal, es mi oficina privada, no dejo que entren aquí ー

Las palabras de Bakugō le hicieron alzar la mirada de la foto a él, confundido, claramente sirprendido, porque...

ーEntonces, ¿Vamos afuera?... No me molestaー Ofreció en voz baja, con una sonrisa algo conflictiva. Lo menos que quería era invadir algo de Bakugō en contra de su voluntad. Sabe que hay espacios en los cuales no debe meterse, y ese lugar parecía un cofre del tesoro, un lugar de recuerdos importantes, con solo tener un par de fotografías suyas allí le era suficiente, solo eso necesitaba.

ーArgh, cállate por una puta vez ー

Kirishima a veces se comportaba como un imbécil, sabe bien que es parte de su personalidad, sabe bien que es así porque cuida que todo salga bien a pesar de que él terminara sufriendo. Le frustra, mucho. Terminó por alzar la mano derecha a su nuca y rascar el cabello rapado de esa parteiñ. Irónicamente, le relaja.

ー...No dejes que Shinsō te toque ー Gruñó en voz baja, sin dejarse a entender del todo. O era eso, u otra vez a Kirishima se le pegó el síndrome de Kaminari: no entender lo importante.

ーNo eres un perro, no tienen por qué tocarte el cabello ー

Dios, Katsuki iba a matarlo. Las palabras que decía le llenaban de esperanzas solo para luego traerlo a la realidad. Se sentía tan tonto.

ーEres tú quién me llamó perro en primer lugar ー Le recordó sin enojo, con su típica sonrisa, porque entiende que Katsuki simplemente no quiere que le sea arrebatado alguien útil.

Por ese mismo pensamiento se sorprendió demasiado cuando Bakugō le tomó la mano derecha. No pudo respirar cuando sus manos fueron entrelazadas, no pudo evitar sentir que su corazón se desatara cuando los ojos de Bakugō le miraron directamente, solo pudo tragar saliva, intentando pasar el aire junto a ella.

ーNo eres un perro, eres mi---

ー¡Papaaaaa! ー

El grito de Shoriki los hizo saltar a ambos, los asustó y por instinto volvieron a la sala común. Esa conversación tenía que ser aplazada.

Family [KiriBakuShima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora