8-Crazy

533 66 3
                                    

Capítulo dedicado a 

-Esto no saldrá de aquí.

Ally solamente pudo asentir a mi mirada decisiva.

Volvimos con los otros y permanecímos un buen rato todos sentados en el suelo o caminando nerviosos.

Esa... Esa cosa tenía control sobre la realidad, al parecer. Cumplía sus jodidas amenazas y yo fui una imbécil al no querer cumplir la anterior.

Ya que si obviamente existe, ¿qué me llevó a pensar que no sería capaz de llevar a cabo sus amenazas?

Hundí mi cara entre mis manos cuando el cirujano salió para decirnos que... Que había entrado en coma.

-Al parecer al sacar el utensilio de su ojo, tocamos un nervio del cerebro que lo llevó a a caer en coma de golpe- la voz del doctor se fue ahogando por los sollozos de los demás- Fue inevitable que cayese en coma, lo siento mucho.

Quité las manos de mi cara para verlo alejarse con la cabeza agachada.

Observé todo a mi alrededor en silencio, porque todo pasaba a cámara lenta delante de mí.

Un pitido ahogó cualquier sonido a mi alrededor y las lágrimas parecían no querer salir de mis ojos cuando las puertas de la sala de cirugía se abrieron, para dar paso a tres enfermeras que empujaban una camilla con una figura encima dormida.

Sasha se tapó la boca mientras sollozaba en el hombre de Brady, que miraba a su amigo pasar con lágrimas en los ojos.

Fred estaba sentado con la cabeza hundida entre sus manos y Ally sollozaba mientras hablaba con él.

No sé cómo mis pies me llevaron a mi coche, solo sé que estaba conduciendo hacia un precipicio desde donde se podía ver perfectamente el anochecer.

Sentada encima del capó del coche, miraba con lágrimas en los ojos la puesta de sol.

Cuando una lágrima cayó de mi ojo izquierdo, ya no pude detener las demás. Me tapé la boca mientras el dolor de mi pecho no paraba de crecer y crecer.

Había sido mi culpa.

Mi puta culpa.

Por mi culpa ahora Samuel estaba en coma. Apenas tenía familia por lo que sabía, así que eso sólo me hizo sentir peor, porque desde siempre nos a tenido sólo a nosotros.

Al igual que yo.

Nosotros seis hemos sido un grupo unido desde hace años, nos hemos apoyado los unos a los otros, sin siquiera saber la historia de nuestra vida.

Y ahora yo he provocado ésta tragedia.

-Tú lo has querido, Julieta.

Ni siquiera me sorprendo, sólo fui disminuyendo el volumen de mis sollozos poco a poco, hasta que fijé mi vista en el capó del coche negro.

Vi a esa cosa reflejada en mi cara como siempre.

-No soy Julieta- gruño- Me llamo Betty.

Se queda en silencio y yo aparto la mirada para devolverla al frente.

Algunas estrellas empezaban a dejarse ver y la oscuridad ya casi
estaba apareciendo. Lástima que mi vida no sea igual de bella que lo que estaba presenciando delante de mí.

-A partir de hoy serás Julieta para mí- ni siquiera respondí, estaba agotada psicológicamente- ¿Cómo está tu amigo?

No hizo falta mirar a aquella cosa, sabía que se estaba mofando de mí con una sonrisa en la cara.

ROMEO✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora