4-Blood

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Maratón 1/2

Sasha, con su tez oscura, me mira desde la otra punta del salón.

Brady estaba sentado junto a mí, mirándome con la boca abierta.

Fred y Ally miraban al suelo, en silencio, sin comentar nada.

Y Samuel es el único que se echó a reír, para empezar con el debate.

-Betty, mi querida Betty, da gracias a que tienes ese cuerpo de infarto, porque si no, ya habría sido enviada tu solicitud de ingreso al manicomio- susurra con cierto humor, aunque sé que en verdad esta descolocado.

Silencio de nuevo.

Yo sigo de manos cruzadas, mirando la hoja que saqué de aquel blog.

-Betty, ésto es una locura. ¿Desde cuándo te interesa el mundo oculto? - susurra Brady, levantándose para empezar a caminar, nervioso.

-Entendemos tu comprensión y tu instinto de ayudar a los demás, bonita, pero creo que ésta vez hay que dejarlo pasar- murmura Ally, poniendo su mano sobre la mía.

Retiro la mía con lentitud.

-No hay que jugar con lo oculto. Ellas se metieron y mira cómo salieron. No les debes nada, no tienes porqué ayudarles- brama Sasha, tomando asiento a mi lado.

-¿Acaso quieres que todos acabemos alrededor de ti, haciéndote un exorcismo? - las palabras de Fred me hacen sonreír.

Todos se quedan callados y les miro.

-¿Ya terminaron de dar su opinión? Bien, ahora me toca a mí- me levanto y apago la televisión, que molestaba de fondo- Os he contado todo lo que he leído en el jodido blog. No sólo ha habido una sola víctima, ¡es un puto infierno y nadie hace nada para detenerlo! - bramo mirándolos- Os he llamado porque no perdemos nada en meternos en éste juego, para ver si es verdad o es sólo un fruto de su imaginación. Además...

-¿Y qué pasa si es verdad?

La pregunta de Samuel me hizo guardar silencio y mirarle en silencio, detenidamente.

Trago saliva.

-No os obligo a hacer esto. Tenéis la puerta a diez pasos de vosotros- susurro- Lo haré sola entonces, pero creí que tener amigos serviría de algo.

Cojo la hoja con los procedimientos que había que seguir para entrar en el juego y camino hacia mi habitación.

Doy un portazo y me siento en la cama, con los brazos cruzados.

Reprimo una risa cuando a los veinte segundos aparecen en la puerta, con cara de arrepentidos.

Sólo esperaba que ésto saliese bien.



Procedimiento para ingresar en el juego Romeo.

(1)-Se debe elegir a la persona que mandará en el grupo.

(2)-Una vez elegida esa persona, deberá hacer un círculo con su sangre en un espejo grande (con un pinchazo en el dedo será suficiente), en el que todos los participantes estén reflejados. El círculo deberá ser grande.

(3)-La persona, con el dedo con la herida, lo deberá poner en el centro del círculo.

(4)-La persona que manda debe ir diciendo las reglas de una en una, mientras los participantes van repitiéndolas.

Todos inspiramos y expiramos a la vez cuando leímos la hoja.

Samuel recomendó tomarnos un rápido chupito antes de salir.

Yo me tomé únicamente dos, mientras que los demás pasaron de los cinco.

Por eso es que eran los únicos que iban riendo y cantado en mi coche. Niego divertida cuando Samuel saca la cabeza del coche para gritarle obscenidades a un inocente conductor que iba al lado nuestro.

La cara horrorizada del hombre mayor me hizo reír.

Nos dirigimos a la gasolinera más cercana a mi apartamento, ya que el espejo de mi apartamento no era grande y estaba segura que el de los baños de la estación sí.

En el silencio de la noche, aparqué el coche a un lado de la gasolinera y me bajé.

Negué divertida al verlos bajar y correr como los borrachos que eran hacia los servicios de la gasolinera.

Cerré el coche y sonreí, agachádome para coger a Ally, que se cayó en el intento de correr, y estaba allí tumbada, riéndose de sí misma.

Se apoyó en mi y yo me tambaleé un poco por su peso.

-No debisteis haber bebido tanto - digo cuando entro con Ally a los baños y observo a los chicos haciendo muecas raras en el espejo.

Ally se apoya en su novio y yo doy unas palmadas para atraer la atención de todos.

Espero un momento a que dejen de reír y tambalearse. Y cuando me miran serios, sé que ya es hora de comenzar.

-Primero, debemos elegir al jefe- digo dejando la hoja a un lado de los lavabos.

-Yooooo- ronronea Samuel, dando un traspié y apoyándose contra la pared.

-Nononono- Ally mueve exageradamente el dedo- Siempre sois los hombres los que mandáis y ésta vez, lo hará una mujer.

-Totalmente de acuerdo- asiente Sasha, aplaudiendo como puede.

-Como éste grupo sea dirigido por una de vosotras, nos lleváis a la ruina- ladra Brady provocando a su novia Sasha.

-¿No creéis que hay mucha luz aquí? - Fred cierra los ojos, mirando la luz del techo.

-¡Ya está bien! - doy un paso hacia delante- Yo seré la jefa y quien no esté de acuerdo, que se golpee contra la pared.

Me doy la vuelta para coger la hoja y doy un brinco cuando se escucha un golpe seco.

Me giro con los ojos como platos para mirar a Brady, quien ahora tiene una brecha en la frente.

Todos empiezan a descojonarse, hasta él. Avanzo hacia él y cojo su cara entre mis manos.

-¿Pero qué haces animal? - susurro mirando la sangre manar de la herida- ¿No sabes el significado de ironía?

Niega y yo cojo un poco de rollo de papel para ponerlo sobre su frente.

Hace una mueca pero lo sujeta contra su frente. Pasamos un rato más en ese baño de la gasolinera en mitad de la nada.

Los chicos se lavaron la cara y estaban un poco estables. Todos nos posicionamos delante del espejo y yo quedo en el medio.

Cojo el broche que tiene Sasha en su vestido y observo la aguja afilada y la punta de mi dedo índice derecho.

Todos nos miramos a través del espejo, nerviosos.

-Allá vamos.

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