Tori miraba fijamente a Patricia, quien hablaba por teléfono, se alegró al ver que su novia tenía una sonrisa en la cara.
—Si... Se lo diré — dijo Patricia guardando el teléfono.
—Y... ¿Buenas noticias?— preguntó curiosa Tori.
—Tori... ¡Tienen el dinero!, están por llegar— dijo muy feliz Patricia.
La de cuernos dio un salto leve y riendo sonoramente tomó a su novia en brazos para luego besarla.
[ unos pocos minutos antes ]
—¡Si, vamos enseguida!— decía una animada Ell colgando el teléfono.
Las tres chicas empezaron a cantar en el auto, estaban por llegar, Tamara era la que más feliz estaba, pero no lo demostraría por el orgullo que tenía.
Ell estacionó el auto y entraron rápidamente a empujones a la comisaría.
.—Disculpe señorita..— dijo Ell formalmente, algo que la mataba de risa por dentro.—¿Si?— dijo la oficial sentada detrás de un escritorio.
—¿Podemos visitar a Tori?— dijo esta vez Tamara.
—¿Ustedes son?— preguntó la oficial.
—Amigas... ¡Por favor!, y le regalo esto— dijo Matilda sacando un espejo.
La oficial suspiró y se levantó para llevar a las chicas a una puerta, la oficial se fue y las chicas abrieron rápidamente.
—Tooo...— Ell y Matilda se quedaron rojas al ver como Tori y Patricia se besaban.
Pero una chica estaba muy sorprendida por ello y si... Era Tamara.