Tori estaba sentada en el sofá de la sala leendo un poco, pues el viaje había sido muy agitado.
Miró a la de cuencas bajar y sonrió levantándose.
—T-Tori??— dijo la menor con unas lágrimas amenazando por salir.
—No, soy una copia de ella... Claro que soy yo linda!— dijo.
La de cuencas corrió a abrazar a la mayor, a lo que ella correspondió y cargó a la de cuencas tomándola de los muslos y levantándola.
—Te extrañé mucho!!— decía la de cuencas.
—Yo también te extrañé bebé — dijo la de cuernos.
—¿Que es ese alboroto...?— dijo la amante de la cola bajando, pero dejó de hablar al ver a su mejor amiga en la sala.
Corrió hacia ella y la abrazó con fuerza.
Matilda, sepa de donde salió pero se unió al abrazo.
—Que linda reunión... Pero no tanto como yo— dijo la narcisista.
—Matilda... Cállate— dijo Tamara.