Ya era de día, la de sueter verde se levantó y salió de su habitación para despertar a su amiga. —Matilda— dijo impaciente, a lo que su amiga salió ya lista.
—¡Vamos!— dijo, pero ambas voltearon a ver la puerta de blanco y negro se acercaron a ella, abrieron la puerta y todo estaba como su amiga lo había dejado, la cama arreglada, los cuadros y su bajo.
Ambas salieron de esta habitación y también de la casa para conducir a el hospital.
Al llegar el auto de Patricia ya estaba ahí, subieron rápidamente y se encontraron con sus amigas.
—¡Ell, Matilda!— dijo Paula abrazándolas, Patricia sonrió y las cuatro caminaron a la habitación de Tori, abrieron la puerta y lo que vieron les causó una muy grande felicidad.
Tori estaba sentada en la camilla sonriendo al verlas —¡Chicas!— dijo ella.
Todas corrieron a ella a abrazarla, la de cuernos tuvo que soportar los abrazos de todas.
Pasaron unos minutos y se separaron.
—¿Como te sientes Tori?...— preguntaron Ell y Patricia.
—Como mierda...— dijo Tori.
—Almenos ya estás bien— dijo Paula.
—Y te vez más linda que antes— habló Matilda.
—Si gracias... ¿Donde está Tamara?— preguntó al no verla.
Todas se miraron entre si, pero Ell habló.
—T-te lo diré cuando estemos en casa...—Oh, está bien...— dijo Tori tratando de no tomar importancia.
Siguieron hablando de varias cosas, tratando de olvidar la pregunta de Tori.
Pasaron varias horas y todas ya tenían que irse, pero Patricia no se fue, no sin antes darle un beso a Tori he irse.
Pasaron varios días y todas venían cada uno de los días y se quedaban a hablar con Tori, pero ella siempre sacaba el tema de Tamara, pero todas cambiaban de tema.
Llegó el día en el que al fin Tori pudo salir del hospital, conducieron a casa de Ell.
Ayudaron a Tori, pero ella al llegar a casa y sentarse lo primero que hizo fue decir.
—Ahora si... ¿Donde está Tamara?— preguntó he hizo que todas se pongan nerviosas y algo tristes.—Tori... Yo— trataba de hablar Ell.
—Ta-Tamara... Ella...— unas lágrimas comenzaron a bajar de sus mejillas —Ella murió— dijoTori abrió los ojos con sorpresa, no podía creerlo, ¿escuchó bien?.
—¿A-ah que te refieres?— dijo Tori.
—Tamara murió — dijo otra vez Ell.
Tori no sabía que decir, esperaba que fuera una broma empezó a reír.
—Si, si, que graciosa— dijo riendo.Todas la miraban tristes.
—Ella te dio su corazón para que pudieras vivir— dijo Ell.Tori sólo rió más fuerte.
—Bien, ya me reí, ¿donde está ella?— dijo Tori.Todas bajaron la mirada, ella trataba de sonreír, pero su sonrisa cada vez se hacia más débil, Ell la abrazó.
—N-no es verdad... Mienten— dijo Tori empezando a llorar, Ell también empezó a llorar en silencio.
Matilda no sabía como reaccionar, sólo se quedó mirando su espejo, pero detrás de ese objeto escondía algunas lágrimas.
Paula y Patricia veían la escena sin decir nada.