Cortos

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Ya no tengo ganas de nada, ya no tengo ganas de seguir, ya no tengo ganas de luchar. Cada bocanada de aire que doy se vuelve un auténtico suplicio porque solo noto como cada parte de mi ser es débil y escuálido.

No puedo hacer nada, no puedo conseguir nada por mi cuenta, simplemente dejo que el tiempo pase y observo como todas las personas a mi alrededor consiguen avanzar y se convierten en aquello en lo que quieren ser, pero, ¿y yo?¿Yo qué se supone que voy a hacer a partir de ahora?¿Voy a ser feliz?¿Lo voy a conseguir?¿O simplemente deambulo por la vida sin saber muy bien cual va a ser mi destino más allá de la muerte?

Cada pétalo de pasión que pierdo por el camino solo se marchita más y más, con la facilidad de un suspiro y se descompone con el mínimo roce de indiferencia de este mundo gris y triste. Yo solo quiero un mundo lleno de color y felicidad, siempre he creído en él, siempre he estado deseoso de conocerlo, de saborearlo, de tocarlo. Ya no soy un niño, evidentemente las cosas no serán igual que en ese entonces, pero aun así, ¿por qué duele tanto esta sensación cómo cuando era un niño?¿Sigo siendo en realidad un niño asustado que solo quiere volver a los brazos de su madre o padre con tal de volver a creer en el mundo? Normalmente cuando somos pequeños somos más valientes porque no tenemos nada que perder y aún no hemos tenido las suficientes experiencias dolorosas como para querer echarnos atrás en nuestro intento. Sin embargo, ¿por qué al crecer pretendemos ser adultos cuando todos somos en el fondo niños asustados?

Es una locura de mundo y solo me siento el más loco del lugar, todo lo que pienso, lo que digo, lo que siento y lo que hago noto que son totalmente lo opuesto o lo que menos se espera la gente. Solo soy una mota de polvo que intenta buscar su hueco en los rincones de esta habitación abandonada por los sueños e ilusiones de todas aquellas personas que fueron niños y que ahora actúan como su nunca lo hubiesen sido, ¿qué tiene de malo soñar?¿qué tiene de malo amar con todo tu corazón a alguien hasta el punto de que sientes que tu respiración depende de la otra persona?¿qué tiene de malo el detalle de decirle a alguien "tengo miedo de mí mismo" y tener la certeza de que te van a escuchar?

Es la primera vez, después de no tanto tiempo, que lloro desconsoladamente ante la sensación de vacío que siento en mi interior, tengo tanto miedo en volverme una persona gris y fría que mis entrañas se revuelven solo de pensarlo. Me siento solo siendo distinto, pero no quiero ser igual que los demás si eso implica una vida simple y sin pasión, es decir, dejar pasar la vida y no sentirla con todos mis sentidos.

Quiero colores, quiero pasión, quiero amor, quiero confianza, quiero dar cada paso hacia adelante con la cabeza bien alta a pesar de no ser una persona perfecta, quiero amarme y mimarme sin miedo a sentirme egoísta, quiero compartir mis pensamientos sin miedo a herir a los demás, pero sobre todo quiero ser yo sin sentirme mal por culpa del qué dirán los demás o qué pensarán de mí.