CAPITULO I

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― Queridos jóvenes. Hoy sábado 06 de Julio; a las 7:54 PM... Declaro oficialmente concluido el ciclo escolar, y... ¡Oficialmente ustedes están graduados de la educación media superior!

Todos mis compañeros empezamos a gritar de la emoción, abrazándonos y unos llorando eufóricamente. Yo no era la excepción.

Un sueño más terminado.

Roberto, el presidente de mi generación, subió al escenario y llamó la atención de todos los alumnos. Sabíamos que era lo que diría, ya que lo ensayamos y lo deseábamos hacer desde hace meses.

― ¡A la una! ¡A las dos! ¡¡A las tres!!

Exclamó y todos aventamos el carrete al aire, saltando, llorando y gritando un "Uh" de emoción.

― ¡Lo logramos Itzel! ¡Lo logramos!

Salté para abrazar a Yaret que estaba a mi lado y empezamos a brincar en nuestro eje, aunque chocábamos con otros alumnos que también se abrazaban. Esa era nuestra forma de festejar nuestra graduación.

Después de secar algunas lágrimas traicioneras, nos dimos cuenta de que varios alumnos ya se dirigían a la casa de Roberto, para la supuesta "Fiesta de graduación" que se transformaría en una borrachera ilegal en cuestión de minutos.

― ¡Ándale Itzel! ¡Ven a la fiesta! ― dijo Yaret e hizo un puchero para convencerme en ir.

― ¡Ay Yaret! ― le contesté, sabiendo que me estaba desesperando con aquel tema y ella juntó sus manos en forma de suplica ― Tengo que preparar maletas y dormir bien para mañana. Sabes que este concierto es muy importante para mi.

― ¡Pero es la última vez que nos vamos a reunir toda la generación! ¡¡Y es tu cumpleaños!!

Odiaba que me recordara mi cumpleaños.

No era un día que festejaba mucho y le restaba importancia, pero que Yaret me lo recordara cada minuto, hizo que me hartara y que quisiera golpearla en el brazo cada vez que lo comentaba.

― Está bien. ― Rodeé los ojos rendida y Yaret me abrazó con alegría. ― Pero solo iré un par de horas y me iré.

― Si si si. Lo que tu digas. ― Me soltó ― ¡Ah! Y te recuerdo que va asistir Ian. ― Alzó una ceja y me dedicó una risita pícara.

Ay Dios...

Ian era el chico que me gustaba desde que entré a la preparatoria, pero solo hasta ahí; porque nunca se fijó en mí. Lo único que decíamos era un "Hola" y ya. Fin de la historia.

― Ok. ― Me sonrojé y enseguida mi amiga se empezó a burlar de mí.

Extrañaría sus risas por un buen tiempo.

****

Me arreglé lo mejor que pude, con un short y una playera de tirantes. No debía de ir muy arreglada ya que era una fiesta que después se formaría a una borrachera ilegal; además, no quería desarreglar mis maletas que ya estaban hechas.

Yaret vino a recogerme y fuimos a la casa de mi ex presidente de generación. Todavía faltaban unas cuadras para llegar a la casa y se podía escuchar la música y los gritos de la "reunión".

Como lo suponía, ya había compañeros pasados se copas, riéndose y tomando el alcohol como si fuera agua, parejas fajándose y algunas peleándose afuera de la casa. Me podría imaginar lo que encontraría adentro.

Entrando a la casa, vi a varios tomando, riendo, burlándose y uno que otro compañero que todavía tenía razón en sí. Varias de las chicas tenían una mini falda, tapándole medio trasero, unos viéndolas e imaginando varias fantasías sexuales y pensando como convencer que ellas aceptaran estar con ellos. ¡Que horror!

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