CAPITULO XXIII

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Esta noche, saldría con Soobin a cenar, y él mismo aceptó el riesgo de que lo fueran a descubrir; pero el dijo que arriesgaría todo para estar esta semana juntos.

Y no miente. Estos tres días no se ha alejado de mi; de hecho, se queda a dormir conmigo. Dice que va a la empresa a ver los avances de su comeback y ensayar solo una hora la coreografía para después regresar al hotel.

Por supuesto que me preocupa que esto le afecta su carrera y el de "TXT"; pero como es un terco, nada lo hace cambiar de opinión, y no me niego. Cada segundo que paso a su lado, las sonrisas no se nos quitan del rostro, las carcajadas, y todo lo demás cursi de una relación.

En la noche, cuando ambos intentamos dormir, Soobin cae rendido por todo el trabajo que hace en el día, y lo que hace para escaparse en las noches; pero yo no puedo pegar ni un ojo.

Sigo pensando que cuando regrese a México, mi vida no será nada a lo que era antes. No sé si podre vivir sin ver a Soobin medio año, porque pretendo venir al final de cada semestre aquí en Corea, a pasar el mes de descanso que me dan después de cada evaluación.

Tengo miedo de que encuentre a alguien más, de que se olvide de mi y de lo que tuvimos, olvidar este precioso verano. Yo nunca olvidaré esto; son de las pocas cosas que quiero borrar en mi mente.

Desde los trece, tenía el sueño de andar con uno de mis ídolos, pero esa idea poco a poco se fue. Soobin es el claro ejemplo que hasta tus sueños más infantiles, se pueden cumplir.

No encontré a un "G Dragon", no encontré a un Jimin o "J Hope", a un "Wonho", ¡Ni siquiera a un Ian!...

Encontré a Soobin, el chico que desde el momento en el que me sonrió, caí rendida a sus pies, el que me hace reír como loca, el que me dice "Te amo" en cada beso que me da... El que me hace sentir la mujer más afortunada en tener a Choi Soobin como novio.

Si me voy de aquí, obvio que sentiré lo mismo aunque sea tras una pantalla.

Y la única forma de comunicarle todo lo que siento por él, es por mi libro.

No puedo, no puedo decirle en el rostro que tan importante es para mí. Decirle que es la persona que más amo en este mundo. Que haría cualquier cosa por él. Que es la persona con la que quiero estar toda mi vida.

No se lo puedo decir, por que temo en que me equivoque, que no sea la persona indicada.

Mi única forma de expresión es escribir. Escribir todo lo que siento en esa obra.

Mi libro ya está acabado. Correcciones y detalles se los puedo poner llegando a México. Buscar una editorial será difícil, pero con tal de que mi sueño se logré, haré lo que sea.

Sequé mis lágrimas que escurrían por mi rostro. Retoqué de nuevo el maquillaje que se echó a perder por culpa de mi llanto, y la puerta sonó. Iba abrir la puerta como si nada hubiera pasado. Solo debía de disfrutar de las últimas noches con Soobin.

Cuando abrí, me encontré a Soobin con unos vaqueros, una camisa y cubierto por un gorro y cubre bocas. Claro que nos íbamos a ver raros, por que iba vestida de un vestido negro de salir y una chamarra de cuero. Al compararnos, sabrían los demás que Soobin es una persona importante.

― Hola preciosa. ― dijo Soobin antes de besarme.

― Hola señor Choi. ― sonreí. ― ¿Listo para salir?

― Claro que si. A lado de la mujer más hermosa del mundo. ― Me encanta cuando empieza alagar.

Cerré la puerta con la llave, y salimos juntos del hotel.

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