Our Summer

CAPITULO XXV

Cerré la última maleta, y la bajé de la cama para arrastrarla y salir de la habitación. Miré por última vez la habitación donde me hospedé mas de un mes y salí de ahí. Sé que hubiera sido más barato rentar un departamento por un mes, pero me daría flojera arreglarla todos los días.

Subí al elevador y apreté el botón de la planta baja. Una vez, que las puertas se abrieran, me dirigí a la recepción para entregarle las llaves al joven recepcionista.

― Muy divertido este mes de vacaciones, ¿no?. ― reí en bajo y sonreí.

― La verdad, si.

Después de firmar que entregué la habitación, el chófer del taxi que estaba esperándome afuera, me ayudó a cargar mi maleta para meterla a la cajuela. Entré el auto, y observé los tres mensajes de texto que tenía.

♡ Yaret ♡

¡Suerte en tu viaje!
¡Te espero con ansias! ♡
Descansa estas 14 horas de viaje.
¡Mañana te voy a recoger al aeropuerto!

Sonreí. Después abrí los otros dos.

Huening ♡

Ya estamos en la entrada del aeropuerto.
Te esperamos.

Misoo

Ya estoy aquí.
Estoy en la entrada.
Te veo ahí. ♡

Me encantan mis amigos. Aunque sea para despedirme o recibirme, ellos están conmigo para todo. Tengo la suerte de encontrar a los mejores amigos del mundo.

El auto se estacionó en la entrada el aeropuerto. El chófer, amablemente; bajó mis maletas, y unos minutos después; llegó Misoo, Huening, Taehyun, Beomgyu y Yeonjun a ayudarme con ellas. Los idols venían con gorros y cubre bocas, Yeonjun venia con lentes además.

Le pagué al chófer, y rápidamente saludé a los chicos con un fuerte abrazo a cada uno.

― Me alegra mucho que hayan venido. ― dije entusiasmada.

― ¿Cómo crees que no íbamos a venir? ― respondió Huening, hablando por los cuatro.

Empecé a buscar con la mirada a Soobin, pero no lo encontraba por ningún lado.

― ¿Y Soobin? ― pregunté, pero entre ellos se miraron con un gesto no muy feliz.

― Am-m... Itzel... Perdón, pero él esta muy mal desde que llegó ayer de su cena. No quiso salir. ― respondió Taehyun.

― ¡Es un maldito idiota! ― exclamó bastante enojado Yeonjun. ― ¡¿Ni siquiera se levanto para despedirse de su novia?!

― Está bien. Lo entiendo. ― respondí pacíficamente. ― Yo creo que también haría lo mismo. Será menos doloroso para los dos.― Y una sonrisa triste salió de mi rostro.

Por supuesto que si me duele que no haya venido; pero pensándolo mejor, sería mejor. No dejaría de llorar y complicaría todo. Sería más doloroso.

Tramité los papeles que tenía que hacer e hice el papeleo de las maletas y mil y un cosas. Al acabar, me senté a un lado de los chicos, que  han estado esperando por mi, todo este tiempo.