CAPITULO XIX

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Un mes.

¡Un mes desde que mi vida se volvió de color de rosa!.

Hoy cumplo con Soobin un mes de noviazgo. Desde una semana antes, he contado las horas que faltan para que llegara este día.

Le iba a regalar a Soobin un juego de anillos que compre en el centro comercial. Misoo me ayudo a escoger.

Cuando Soobin esta filmando, o "x" cosa de la empresa, a veces me veo con Misoo para salir. Por supuesto que ya hay una barrera entre nosotros. Le soy fiel a mi novio, y el apoya nuestra relación (además de tenerle miedo a Soobin).

Una noche, me quedé con Misoo para comprar un regalo. Estaba tan indecisa, que el mejor escogió el detalle. Fue bueno haberlo llamado.

Me dijo que nos viéramos en el salón de mi hotel. Estaba esperando, pero todavía no llegaba mi novio. Empezaba a desesperarme, hasta que llegó Hueningkai todo agitado.

― Ho-la It-tzel. ― dijo recargándose en el marco de la puerta. Me acerqué a él y lo ayudé a enderesarce.

― ¿Qué pasa? ¡¿Le paso algo a Soobin?!

― ¡¿Qué?! ¡No! ― exclamó ― So-lo que te ve-enia a entregar es-sto.

Me entregó una hoja doblada. La agarré con el ceño fruncido y con duda.

― ¿Qué es esto? ― Huening se encogió de hombros todavía con dificultad.

― Ya hice mi trabajo. ― Su celular sonó, y lo vio para después meterlo de nuevo a su bolsillo. ― Me tengo que ir. Los chicos me están buscando.

Y se fue del salón haciendo caso omiso a mis llamados.

― ¡Kai Kamal Huening! ― y desapareció del pasillo ― ¡Que buen amigo eres! ― Solté enfadada.

Después, desdoble la hoja para leer la bota adentro de esta.

Un mes hemos cumplido. ¡Qué emoción!
¿En dónde nos conocimos?
¡Corre!

Esto no tenia sentido. Nada de sentido. Volví a leer la nota varias veces hasta descifrar algo. ¿Dónde nos conocimos? ¿"Corre"?. Claramente nos conocimos en Cancún. ¡¿Eso que tiene que ver?!

Después de minutos perdidos, creo que encontré la razón de la nota. ¿Quiere que lo siga a Cancún?

Estaba loca. Pensé unos segundos más, hasta que le encontré todo sentido.

Nos conocimos en la orilla del mar.

Fui corriendo hacia la playa del hotel, donde siempre íbamos a acostarnos. Al llegar al punto, me quedé esperando o buscando algo que fuera una nota.

― Que bonita te ves Itzel. ― La voz de Yeonjun me sorprendió y brinqué del susto.

― Yeon... Me asustaste ― El chico rió y me tendió otra nota. ― Nos vemos. ― Y entró al hotel.

Mi motivación, siempre eres tú. Incluso, si estoy detrás del escenario.
Grita loquita

Ahora ya se había pasado.

¡¿"Loquita"?! ¡¿Se atreve llamarme así?!

Después de hacer un coraje, empecé a pensar el posible lugar donde ahora me mandaría. ¿Escenario? ¿Grita?

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