Our Summer

CAPITULO XI

En mi tercer día a Busan, decidí salir al centro comercial, y comprar algunas prendas y accesorios. Me he divertido más de lo que pensé. A pesar que improvisé este destino, no ha sido tan malo como pensé.

Decidí entrar a todas las tiendas y comprarme una prenda por cada una. Al final de la tarde, ya tenía un montón de bolsas en mis brazos y manos colgando; la única mano que la tenia menos ocupado era la que sostenía mi celular.

Iba a la zona de la comida, mientras cantaba en mi mente "I'm So Hot" de "MOMOLAND" cuando choque con una persona, provocando que haya tirado toda las bolsas de compras y mi celular.

― Perdón, perdón. ― Dijo una voz masculina mientras me ayudaba a recoger las bolsas de compras.

― No te preocupes. Fue un descuido mio. ― dije.

― No. Yo me descuidé. ― El chico recogió mi celular y se levantó junto con la mayoria de las bolsas. Observó la pantalla por unos segundos mientras me levantaba.

― Muchas gracias por ayudarme a levantar las bolsas. ― El chico levantó la vista y me sonrió para darme las bolsas que recogió, después me entregó el celular.

― De nada. ― dijo sonriendo tiernamente ― Así que te gusta Jimin y "JHope" de "BTS", ¿no? ― bajé la vista y me ruboricé un poco.

― Si. Me gustan muchísimo.

― Pues bueno. ¿Tienes algo que hacer ahora? ― fruncí el ceño y negué ― Quería saber si para recompensarte todo este caos, ¿quisieras tomar un café conmigo?.  ― mis ojos se agrandaron y nuevamente me sonroje.

― Claro. No tengo nada planeado para esta noche. ― El chico se ofreció ayudarme a cargar algunas bolsas, y nos dirigimos a la zona de comida.

― Por cierto, ¿cómo te llamas? ― pregunté.

― Oh. Que descortesía de mi parte. ― Ambos reímos y volteó a verme algo sonrojado. ― Me llamo Kang Misoo, pero puedes llamarme Misoo. ― me extendió su mano para estrecharla y saludarlo formalmente. ― ¿Y tú?

― Itzel Montes. ― sonreí y ambos nos miramos fijamente a los ojos inconscientemente. Después de unos segundos, ambos reaccionamos y desviamos nuestras miradas a diferentes lados.

― Am-m... ¿Te parece tomar el café en un "Starbucks"? ― dijo incómodamente.

― ¡Perfecto! ― dije falsamente emocionada ― Hay uno aquí mismo. Esta en el piso de arriba. ― Asintió y nos dirigimos al "Starbucks" del centro comercial.

Era un chico alto, guapo y delgado. Tenia los ojos de color café claro y una sonrisa perfecta. ¡Encantador!
No lo niego, me gusta; pero a penas lo conozco y no puedo decir más de él sin saber quien es.

Llegamos al establecimiento y caballerosamente me ayudo a sentarme al cómodo sillón y a acomodar mis mil bolsas de compras; después él se sentó en frente de mi. Él pidió un capuchino y yo mi amado frappé. No puedo vivir sin mi frappé.

― ¿Vienes a turistear o vives aquí? ― preguntó Misoo.

― Solo vine de vacaciones a Busan. Por desgracia no vivo aquí. ― sonreí al final.

― Oh. Por un momento pensé que vivías aquí. Hablas muy bien el coreano.

― Gracias. Lo practico desde muy pequeña. Mi prima me enseñó, ya que ella estuvo de intercambio aquí en Corea un año; y me enseñó cuando regresó a Argentina.

― Genial. ― dijo sonriendo.

La camarera trajo nuestra bebidas, y nos entrego a cada uno nuestro pedido. Después se retiro.

― Creo que esto no viene al caso; pero si gustas, te puedo ayudar a encontrar a "BTS" un día de estos. ― soltó de repente.

― ¿Cómo? ― pregunté con dificultad.

― Bueno... yo trabajo en un hotel muy prestigiado aquí, en Busan; y cada vez que viene "BTS", se hospedan en ese hotel. Por si gustas, te podría avisar cuando lleguen al hotel para que puedas verlos.

En shock. Es lo único que podía decir. ¡Ahhhhhhhhhhhhh! ¡¿Escuché bien?!
Era extraño que lo dijera así como así, pero aunque ya los conociera y hablara con ellos, me emociona saber aquel dato; no solo porque "BTS" se hospedara ahí; si no, que puedo encontrar a Soobin en ese hotel.

― ¡Wow! ¡Me encantaría! ― sonreí ― ¿Te puedo dar mi teléfono celular?

― Por supuesto.

Intercambiamos números, y terminamos hablando de la política de nuestros países, así como de educación. Este chico es interesante.
Finalmente el pagó la cuenta y nos fuimos del local. Se ofreció a llevarme a  mi hotel y a cargar las bolsas de compras.

Al llegar a la entrada de mi hotel, nos paramos en seco y nos volteamos a ver.

― Fue un gusto conocerte Misoo. ― dije sonriente.

― También fue el mio Itzel. ― Respondió a mi sonrisa. ― Espero que nos veamos pronto. Me gustó charlar contigo.

― A mi también. Pero debo de arreglar algunos asuntos, y después podríamos vernos.

― Me parece buena idea. ― sonrió.

Me quedé varada sonriendo, cuando vi que el chico se me iba acercando poco a poco a mi rostro. Mi expresión cambió en seguida y me quedé en shock. ¡Qué hago!

Estaba a punto de besarme en los labios y yo sin reaccionar, cuando alguien gritó.

― ¡Sepárate de ella!