Capitulo 7

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lost in the fire - gesaffelstein 

Podría pasar más de un minuto tratando de darle una respuesta adecuada a su pregunta, pero simplemente no lo iba a hacer. Quizás era la sensación extraña que había invadido el cuerpo desde el momento en tuvimos contacto el uno con el otro.

¿Pero qué era lo que causaba este hombre en mí?

- Solo era una sugerencia – susurro mientras me dedico a sacar las cosas de mi mochila como si eso fuera una buena distracción. Nadie podría ignorarlo, no es el tipo de hombre que ignoras si lo ves de frente y ahora estábamos compartiendo el mismo espacio.

- Es agradable causar esa impresión en ti – dice y se dirige a la parte trasera de la habitación.

Observo que rebusca algo entre sus cosas y cuando finalmente la tiene en sus manos se acomoda justo en una pequeña mesa que sirve como escritorio.

- Esa chica se ve que es una persona cercana a usted capitán – sí, sé que lo que acabo de decir a sonado estúpido. ¿Qué carajos podría importarme lo que ella signifique en su vida?

- ¿Hablas de Kendra? – enarca una ceja y se concentra en su laptop tecleando algo.

- Si, ella – digo mientras me rasco la nuca.

- La conozco hace tres años es la persona más cerca que tengo y en la que confío las empresas.

- Ya veo.

- ¿Tienes alguna otra pregunta por hacerme? – deja de teclear en su computadora y ahora me da su atención.

- No.

- Se comprometió con uno de mis amigos y ahora como lo has escuchado, tendrán un hijo. Es una pareja agradable.

- ¿Y el maletín? ¿Tenía asuntos de la empresa?, digo no quiero sonar entrometida capitán.

Me sonríe y le devuelvo una sonrisa.

- Juro que si te vuelvo a escuchar diciéndome capitán, te pegare una de esas cintas para embalar cajas en tu linda boquita.

- Lo siento ca.., Agapios – ahora suena extraño nombrarlo por su nombre.

- Muy bien, suena mejor – dice con una media sonrisa que se amplía más-. Deje cosas inconclusas en Atenas, las empresas no se mueven solas. Estoy dejando todo un plan diseñado en el tiempo que este lejos de allí.

Es decir, que una vez que cumpla la misión regresara a su ciudad. Ni se porque el imaginarme esa escena me ha dejado con una agria sensación.

- Supongo que no quiere dejar sola a su familia.

- No tengo familiares, mis padres murieron cuando tenía seis. Me dedique de lleno a la aviación y termine haciendo mi carrera en derecho. Como ves, mi vida es un caos Serena.

- ¿Terapia de superación? Me refiero a esto. El regresar a los cielos.

- Discrepo en eso, diría que es algo inconcluso en mi vida- susurra-. ¿Qué hay de ti?

- ¿De mí? – dejo a un lado la ropa que acabo de sacar.

- Si de ti, debes tener una familia.

No es que tuviera mucho que decir de mi familia, porque no era que estos instantes de mi vida estuviera manejando una estrecha relación con ellos. De hecho ya no había un vínculo de por medio. Ellos me habían dado la espalda, eso era lo que había sucedido.

- No hay mucho que contar – acomodo un mechón de cabello detrás de mi oreja.

- Estoy seguro de que hay una gran historia detrás de tu color de cabello. Color llamarada.

PERFECTO TORMENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora