Capitulo 24

31.6K 3.1K 273
                                    

Symphony - clean bandit

Esa misma semana recibí una carta por parte de Agapios en los que me decía que había llegado bien a Siria. Conocía perfectamente el protocolo que debía seguir la base en estos casos y uno de ellos era la nula comunicación. La mayor parte del tiempo la utilizaba para revisar algunas cosas de la casa a la que nos mudaríamos. Habíamos visto algunos modelos y teníamos en mente una opción. Así que me estaba distrayendo viendo los muebles y la decoración que utilizaríamos.

Steve y Kendra se habían convertido en mis amistades más cercanas y con las que podía contar. Ellos habían sido muy amables durante esas dos semanas en las que Agapios había viajado a Siria y les agradecía por ello.

- Estas cortinas están muy bonitas ¿cierto? - Kendra me pregunta mientras yo mantengo mi vista fija en un sólo punto. Lo extraño demasiado y es inevitable sentirme rota con todo.

- Si, están muy bonitas - respondo mientras aparto una lágrima de mí mejilla.

- Sé que es difícil Serena, pero él sabe hacer su trabajo. Ya verás que en lo que falta de tiempo regresará.

- Lo sé, es sólo que..., el apartamento se siente enorme sin él.

- ¡Ay no coloques esa cara! ¿Porque no me ayudas con las cosas del bebé? - sonríe y me menea de un lado a otro-. Después podemos ir a comer por ahí. Steve pasará por mí a eso de las ocho.

- Esta bien - le dedico una sonrisa. Ambas nos habíamos hecho buenas amigas y Kendra era una excelente consejera en los momentos que más lo necesitaba.

Ambas nos acercamos hasta una tienda de bebés, parece muy emocionada eligiendo las ropas y algunas otras cosas para el cuarto de su hijo. Tomo entre mis manos un pequeño juguete de peluche y recuerdo aquel momento en el que perdí mi bebé.

¿Que habrá sido? Niña o niño. Nunca lo supe. Pero ahora el recuerdo de ello no me hacía un hueco en el corazón como antes.

- ¿Estas bien?- Kendra me toma de los hombros-. Quizás no fue buena idea venir.

- No tiene importancia en verdad – digo mientras le dedico una sonrisa.

- Entonces iré a pagar esto a la caja – señala las cosas que tiene en su carro de compras, me hago a un lado mientras mi vista se clava en mis botas de lona, ha hecho un poco de frio los últimos días y el canal del tiempo pronostico que incluso podrían presentarse lluvias fuertes así que es la razón por la que ahora usemos abrigo.

Me acerco hasta la caja cuando veo que Kendra se ha demorado el tiempo suficiente, la veo apretar sus labios mientras mantiene algo oculto a sus espaldas.

- ¿Todo bien? – pregunto y ella parece nerviosa.

- Si – muerde su labio inferior-. O.. bueno quizás quieras echar un vistazo a esto – me extiende una revista en mis manos que mantenía escondida a sus espaldas.

La tomo en mis manos y veo que en las páginas principales aparece no solo mi rostro, si no el de Agapios en el y el titular de encabezado no es muy alentador.

Aprovechada y oportunista, caza fortunas y muchos más sustantivos a los que se me refieren en esa revista. No puedo creer lo que dicen de mí, la revista habla de mi como si conociera mi vida por completo, siento enojo y frustración y dejo caer a mis pies la revista.

- Todo lo que hay allí es mentira, lo juro – digo asustada.

- Lo sé, no hace falta que lo expliques – Kendra coloca su mano en mi hombro a modo de calmarme.

- No soy una ex prostituta – quito una lagrima de mi mejilla-. Jamás me aprovecharía de Agapios, nos casamos porque nos amamos.

Sólo existe una persona que vendería inclusive su alma al diablo por dinero. Malena. Ella lo había dejado muy claro el día en fue al departamento. Yo misma la había escuchado haberlo confesado a Agapios.

PERFECTO TORMENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora