PERFECTO TORMENTO

Epilogo

- Feliz cumpleaños a Sam, feliz cumpleaños Sammuel, feliz cumpleaños a ti - cantamos todos a coro mientras sostengo a mi bebé en brazos.

Sammuel esta cumpliendo un año y ha sido una gran alegría para todos, debo admitir que este año junto a mis hijos ha sido el mejor de muchos.Siempre que despierto lo primero que hago es acercarme hasta su habitación para verificar que estén bien.

Agapios y yo adoptamos hace poco un perro de un refugio de animales, su nombre es Samson, era un antiguo perro del ejército. Pero fue retirado hace dos años de allí así que Agapios y yo decidimos darle una oportunidad y adoptandolo, ahora hace parte de nuestra familia y es una mascota fiel y juguetona.

- Anda, sopla la vela mi pequeño bebé - digo mientras le doy un beso en la mejilla y él se carcagea.

- Ya no es un bebé, este muchacho es ya muy grande ¿Verdad hijo? - dice mientras lo carga en sus brazos y le empieza a dar vueltas de un lado a otro.

- Agapios no, lo vas a cansar.

- Esta bien te voy a bajar sólo porque tu madre me lo pide - lo coloca en sus hombros mientras yo tomo la charola en mis manos repleta de dulces para los invitados.

- Nada de juegos bruscos - lo señalo con mi dedo y él esboza una sonrisa.

- Lo que ordene capitana - hace la seña con su mano.

Agapios ahora me llama de esa forma desde que aseguró que soy la que doy las órdenes en la casa. La situación me ha causado sólo gracia porque era yo la que se burlaba de su forma de llevar en total control las cosas y ahora los papeles se han invertido.

Me acerco con la charola hasta la mesa en la que se encuentra mi abuelo y Teresa sentados, Albert está en una mision especial de la base y sólo llegará dentro de cuatro meses así que todos hemos estado pendientes de su trabajo.

- Hmm que rico, galletas con chispas de colores - dice Teresa mientras toma una de la charola.

- Las he hecho yo misma.

- ¿Serena White haciendo galletitas?, nunca pensé que fueras tan buena en la cocina.

- Es la mejor - sonríe él mientras aparece a mis espaldas.

- ¿Has ido a vigilar si Ava se ha despertado?

- Si y duerme profundamente - sonríe mientras me rodea la cintura con los brazos-. Te tengo una sorpresa - susurra en mi oído.

- ¿De que se trata?

- Ya lo verás. ¿Puedes colocarte algo más deportivo?

- ¿Acaso mi vestido de flores rojas es feo?

- No - niega con la cabeza-. Te ves muy sexy en el pero tal vez debas aceptar mi sugerencia.

Tengo curiosidad de lo que vaya a decir porque hace mucho tiempo ha estado actuando extraño así que no se que sea lo que me tenga preparado.

- No estoy segura amor, es el cumpleaños de Sam y no quiero dejarlo solo.

- Teresa puede cuidarlo ¿Verdad?

- Así es Ser, no te preocupes por él, yo cuidaré a la bebé y a Sammuel.

- Esta bien,  sólo deja y me cambio de ropa - le doy un beso en la mejilla mientras entro a la casa, paso derecho por el pasillo y me asomo a la habitación de Ava-. Creo que alguien se ha despertado - me acerco hasta su cuna y la sostengo en mis brazos cuando veo que de mueve dentro de esta de manera inquieta.

El cabello de Ava se ha vuelto de un color rojizo. Y sus ojos son de un color grisáceo, aunque puede que cambien de color con el timpo.

- Papá vino a verte pero estabas dormida - ella comienza a jugar con mi cabello y suelta una risita.