Capitulo 8

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Sia - fire meet gasoline

Me remuevo poco a poco entre las sábanas y siento su brazo rodearme la cintura. Su rostro está hundido en el hueco de mi cuello y lucho por no voltear mi vista y encontrarme con sus ojos. Mi cuerpo se siente adolorido, y es claro que se sienta de esa forma, nunca había tenido relaciones sexuales con nadie y hoy fue diferente. Me entregue al deseo y a lo que mi corazón sentía en ese instante.

Sigo sin creer lo que ha sucedido. No soy el tipo de mujer que debería estar al lado de Agapios. Las cosas en el mundo no funcionan así y mucho menos en el mundo en que nos movemos. No hemos saltado un sin fin de reglas y nos hemos colocado en riesgo a ambos.

Me alejo de sus brazos y me hago en una esquina de la cama.

- ¿Qué sucede hermosa? - su pregunta me toma por sorpresa al igual que su mano que se coloca en mi hombro.

- Esto no debió suceder, si alguien se entera.. estaremos en problemas.

- Nada sucederá - dice mientras siento como me toma por la espalda- Regresa a la cama.

- Agapios.. - giro mi vista finalmente hacia él y puedo verlo apoyado en la cama con las sábanas cubriendo sólo parte de su torso.

- Serena, no tienes porque preocuparte por lo que suceda. Asumire toda la culpa.

- Las cosas no deberían de ser así - digo mientras paso mis manos por mis cabellos.

- Regresa - dice mientras me jala del brazo y caigo encima suyo.

Me da una sonrisa que se amplía cuando pasó mis manos por su rostro. Su barba ha empezado a asomarse por su mentón y eso le da un aspecto completamente varonil.

- ¿Que? - digo mientras enarco una ceja y el se me queda viendo.

- Eres preciosa, me encanta mirarte - me rodea la cintura con ambos brazos. Mi cuerpo tiembla de nuevo al sentir su piel en contacto con la mía.

- Eres un hombre muy atractivo - digo mientras paso mis manos por sus cabellos-. No tengo palabras para descibirte Agapios Tsergas.

- Discrepo en eso - dice mientras me besa-. Sólo soy un tipo que no regreso a las fuerzas aéreas por tener miedo a fallar.

- ¿Sabías que era tu fan número uno?

- ¿Ah si? ¿y que ha sucedido con eso?

- Sigo siéndolo - digo mientras le devuelvo el beso. Sus manos viajan hasta mi trasero y lo aprietan. Ahogo un gemido que silencia con su beso.

- Pidelo de nuevo - dice mientras me toma por la nuca y me hace separar de él.

Abro los ojos como platos.

- Pide que te haga mía de nuevo - sus labios se adueñan de mi cuello.

Oh Dios, si quiero que lo haga de nuevo.

- Por favor - digo mientras envuelvo mis manos en su cuello.

- ¿Por favor que? - levanta una ceja.

- Por favor hazme tuya de nuevo capitán - muerdo mi labio inferior y él sonríe. Se levanta de la cama y me deja envuelta entre las sábanas. Puedo ver una mancha de sangre a un costado, no es muy grande pero si es bastante llamativa y me llena de vergüenza el verla.

- No te preocupes por eso, yo me encargo de lavarlas - dice mientras veo como se acerca de nuevo a mí con un preservativo en la mano.

Trago saliva. No puedo creer que aquello tan grande hubiera estado dentro de mí.

PERFECTO TORMENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora