Entre las vueltas de la vida, el encuentro de un amor, el hilo rojo entrelazado entre nuestros dedos, ¿Quieres estar conmigo? Las adversidades del mundo, ¿Nos lo permitirá? Un par de corazones enamorados.. un amor único.. un par de almas sobre el hi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No hay true love, no hay perfect love.
El amor no se puede definir, tantos libros que juran descifrar todas aquellas dudas que tenemos referente a los sentimientos, son solo mentiras, son solo patrañas, el amor no sé puede definir.
Y había quedado claro, estábamos sentados en la sala del restaurante, Yuri no inmutaba palabra alguna, solo se limitaba a comer, Viktor y Yuuri estaban en un globo de amor, disfrutando "su momento".
- ¿No es acaso Yuuri el chico más lindo del mundo? - canturreo Viktor mientras se alejaba al ahora rojo Yuuri quien no hacía lucha alguna para alejar al ruso de su cuerpo.
Y yo, bueno, me limitaba a observar, casi con incomodidad, pero relativamente así llevábamos algunos días.
Mis palabras eran pocas, casi todas solo a Yuuri, refiriéndome a temas triviales y poco relevantes.
Tanto pasó el tiempo que llegó el día esperado, la competencia que tenía con Plisetsky. Era el día en que todo quedaría en el hielo, en que decidiríamos todo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Plisetsky.
Aún era de madrugada, a duras penas entraba al cuarto que compartía con ella, me la pasaba en el restaurante o en las aguas termales, en las noches pedía las llaves e iba a practicar con el temor de encontrarme con ella. Ni siquiera creía que habían razones, se supone que todo estaba bien, pero ella se alejo, no lo entiendo. De repente se volvió arisca, ni siquiera hablaba, no habían razones, a lo mejor y me odiaba. Si, era eso...
Me mantenía al margen, volviendo a ser el mismo gato agrio de siempre, solo contaba las semanas que faltaban para el Grand prinx y poder ganar e irme. Hasta pensé en alejarme de Yakov, seguir con lo mío, lo más lejos posible, hasta que un día, sencillamente olvidé totalmente su nombre.
Pero todavía no era ese día.
Estaba arreglando mi traje, tenía pensado una coreografía totalmente diferente a lo que se esperan, nada de romanticismo mierda que solo confundía ni mente, la canción I Fink U Freeky, una de mis favoritas por ese tiempo. Llevaba un traje negro, había dejado mi cabello suelto agarrado levemente en la parte de atrás con una pinza para que no me cayera en la cara.
