NARRA ___
-Despierto a la hora de siempre, lista para afrontar un nuevo día de trabajo... Aunque desearía no levantarme de esta cama; hacía ya varios años que no dormía en un colchón tan cómodo y agradable para mi espalda. Me dirijo al baño de la habitación y limpio mi cuerpo, disfrutando el agua caliente acariciando suavemente mi piel... Finalmente salgo, con la ropa de mi padre puesta y el abdomen envuelto en vendas; una costumbre que he mantenido a lo largo de los años, como si fuera lo único que me recuerda constantemente que debo tener cuidado por mi estómago. Al abrir la puerta y caminar por el pasillo hacia la cocina, me sorprendo al oír ronquidos por parte de Crocodile.-
___: (Supongo que aún no es su hora de despertar.)
-A medida que avanzo, no puedo evitar fijarme en los grandes cuadros que decoran las paredes; en cada uno de ellos hay una persona diferente. Podría pasarme el día entero recorriendo los pasillos, observando aquellos rostros totalmente disonantes unos de los otros... Incluso hay razas distintas. No solo eso llama mi atención, sino que las puertas que dan la bienvenida a las habitaciones son únicas, con decorados... Personalizados, me atrevería a decir.-
___: (Un fénix... Fuego... Una telaraña... Comida... ¿eh?)
-Me llama la atención una que pareciera estar quemada y es completamente negra. La curiosidad aumenta cada vez más en mí, por lo que termino ingresando y me llevo una amarga sorpresa al descubrir que su interior está completamente destruido... Como si algo o alguien hubiera querido matar a su anterior dueño. Incluso, estando completamente sola, siento la atmósfera hostil que desprende el lugar, por lo que salgo casi de inmediato. Algo acongojada por aquello, me dirijo nuevamente hacia la cocina.-
___: (El mar...)
-Observo aquella puerta que Crocodile me pidió que no entrara. La curiosidad siempre ha sido mi punto más débil... Pero no puedo pagarle de esta forma, desobedeciendo su único pedido; finalmente decido seguir con mi camino, preguntándome por qué no quiere que vea el interior. Me concentro tanto en mis pensamientos que sigo caminando sin fijarme en los cuadros ni en los rostros; de la nada me detengo. Ante mí se alza una enorme puerta blanca con la misma esvástica de la entrada de la mansión.-
___: (El padre...)
-Me inclino levemente ante el símbolo en señal de respeto y sigo mi camino hasta finalmente llegar a la gigantesca cocina. Abro el refrigerador, con el temor de encontrarlo vacío... Pero no es así. La comida fresca está a rebosar, tanta que ni siquiera podría caber en el que tenía en el apartamento; tomo unos pocos huevos, fruta y algunos productos derivados de los lácteos, además de pan.-
NARRA CROCODILE
-El estridente ruido del despertador me obliga a abrir los ojos de mala gana, como siempre lo ha hecho. Si no fuera porque tengo que ir a trabajar, lo habría estrellado hace mucho contra la pared para que dejara de molestar... Lo hice varias veces en mi juventud y el viejo siempre reía en lugar de regañarme por hacer esa estupidez.-
Crocodile: Despierta, Prince.
-Acaricio la cabeza del cachorro, despertándolo y recibo pequeñas lamidas en la mano, como si estuviera diciendo "buenos días, Crocodile". Me levanto y dirijo a la cocina, seguido por Prince; de repente, el delicioso olor a pan tostado inunda mis fosas nasales, debo suponer que ___ ya está despierta. Al llegar a ese lugar, confirmo mis sospechas.-
Crocodile: No esperaba que despertaras tan temprano.
___: Buenos días, Crocodile.
-Se da la vuelta y me sorprendo ligeramente al ver que no solo lleva el traje de su padre, sino que también un delantal blanco que, al estar amarrado contra su cuerpo, permite que me deleite con la forma de sus curvas. Realmente parece ser un ángel, con esa sonrisa tan delicada que solo me dedica a mí.-
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Trabajando para un demonio (Crocodile x Reader)
FanfictionCrocodile es un empresario bastante famoso que tiene el mundo a sus pies, las mujeres sueñan constantemente con él y su gran fortuna. ___, una joven sin nada que le haga destacar, excepto por su apellido, trabaja con gran esmero; a ella no le intere...