Capítulo 36: Razones

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NARRA ___

-Desde que desperté en este lugar y recibí la llamada de Croco ha pasado bastante, en las cuales he permanecido amarrada a una silla... Desde ese entonces, mis ojos permanecen vendados, por lo que ahora mismo dependo mucho de mis otros sentidos... Tacto, oído y olfato. Espero lo que parece ser una verdadera e infernal eternidad... El silencio ha sido mi único acompañante durante todo este tiempo... ¿Por cuánto me han mantenido en este lugar? ¿Minutos? ¿Horas? ¿Una noche? Es difícil decirlo, cuando no tienes más referencia que un tonto y burdo intento para contar los segundos, hasta que terminas perdiendo la cuenta en cierto punto.-

___: (Debo mantener la calma...)

-Mi cuerpo entero duele, por los golpes que recibí al haber sido traída aquí... Por lo general, las personas gritarían y llorarían de desesperación en este tipo de situaciones... Pero es un innecesario gasto de energía que no vale la pena desperdiciar; necesitaré reservar mis fuerzas para cuando encuentre una pequeña oportunidad de escape. Mis oídos se agudizan al sentir el sonido del metal... Como si ruedas oxidadas se desplazasen sobre un antiguo riel del mismo material... ¿Una puerta, tal vez?-

???: Tráelo aquí, Jesus.

___: (¿Jesus?)

-Oigo que el nombrado deja caer en madera algo bastante pesado, pero por el ruido que ha hecho... Me atrevería a decir que es una persona. Otros sonidos me comienzan a confundir, ya que no estoy segura de qué están haciendo... Hasta que unos pasos ligeros y pausados se acercan a mí; unos dedos tiran suavemente de la venda de mis ojos, provocando que la tenue luz del lugar me moleste durante algunos minutos... Cuando mi vista logra adaptarse, mi sangre se hiela completamente.-

___: ¡Croco!

-Amarrado... Sentado en una silla de madera... Amordazado... Inconsciente y con sangre brotando de su cabeza... Allí está Crocodile. Atrás de él, riendo con burla se encuentra Jesus Burgess... En ese momento entiendo completamente la situación y quién ha sido el autor de mi secuestro; incluso siendo el tipo pálido el que me trajo hasta aquí, la "mente maestra" solo pudo ser una persona: Teach.-

___: ¡¿QUÉ MIERDA LE HICIERON?!

???: Vaya, vaya, vaya... ¿Te preocupas más por la salud del emperador que por la situación en la que se encuentran? Qué mujer más curiosa.

Burgess: Ahora podré vengarme de ti, maldita basura.

-Recibo un fuerte puñetazo en mi rostro, provocando que caiga violentamente contra el piso, sin oportunidad alguna de contraatacar ni protegerme... Una puta niña indefensa... Igual que en ese entonces. Mis manos atadas me impiden tan siquiera levantarme. Nuevamente Burgess se acerca a mí y me alza del cabello, provocando que un quejido brote de mis labios sin poder evitarlo.-

???: Jesus, déjala. Sabes que al jefe no le gustaría que la carne fresca tenga marcas.

Burgess: Tch. Y yo que quería usarla de saco de boxeo.

___: Espera a que me desate, mastodonte descerebrado... Voy a hacerles pagar por lo que le hicieron a Croco...

???: ¡Qué encantadora! ¿Realmente crees que van a salir de esta sin daños? Demasiado ingenua...

-Las puertas vuelven a abrirse, dejando pasar al ser más repugnante de la existencia junto a las bestias que le siguen como hienas, esperando deseosos por la carroña que su jefe les dará para asegurar su lealtad... Asqueroso. Sus ojos se enfocan en Crocodile para luego dirigirse a los míos. Sonríe con burla, por lo que le lanzo mi mayor mirada asesina... Esas que te condenan al peor de los infiernos donde no existe el perdón ni la misericordia.-

Trabajando para un demonio (Crocodile x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora