Capítulo 42: Petición

1.1K 117 17
                                    

NARRA CROCODILE

-Por fin ha llegado el día que tanto he estado planeando... Todo debería salir perfecto. Los bolsos han sido guardados en el maletero de mi automóvil, tengo las llaves del lugar donde nos quedaremos, Prince y Ökami están sentados en la parte posterior del Gran Torino, Doffy y los demás ya confirmaron que vendrán a cuidar la mansión... Tan solo falta mi hermosa novia... Ah, y por supuesto, tengo bien escondida la caja con el anillo... Sería una verdadera desgracia que ella descubriera todo por accidente.-

Crocodile: (Vaya, que se tarda...)

-En ese momento la veo salir, llevando entre sus manos unos lienzos blancos medianos, cajas de pinturas como acuarelas, óleo y acrílico, pinceles de distintos tipos y un delantal que usa para ensuciarse lo menos posible. Sonrío enternecido al ver esa inocencia que creí perdida... Su mirada tan cálida y amable... Como el día en que nos conocimos... Sólo que la ocultaba tras un muro de hierro que solo yo he podido atravesar sin problemas.-

Crocodile: ¿Lista, ___?

___: Sí. Guardaré esto y--

Crocodile: Nada. Yo lo haré.

-Antes que pueda replicar, tomo los objetos y los meto con cuidado en el interior del espacioso maletero. No es como si nos fuésemos a quedar un mes, sino una pequeña semana... Pero estoy seguro que nos vendrá bien a ambos. Alejarnos de la ciudad... Del ruido... De los malos recuerdos, y volver esperando ser quien dé las buenas noticias. Dentro de mi maletín llevo guardado ciertas escrituras especiales que sé que ___ ha deseado por muchos años... Bueno, dos documentos, la verdad.-

Crocodile: ¿No se te queda nada?

___: No. Llevo la ropa, las pinturas, los juguetes de Ökami y su comida... Creo que no se queda nada.

Crocodile: Entonces, nos vamos.

-Hago partir el auto y poco a poco nos vamos dirigiendo hacia la playa... Son varias horas de viaje, pero sé que valdrán la pena... Un lugar apartado de todos... Un lugar romántico y lleno de buenos recuerdos que tuve junto a mis hermanos y hermanas cuando apenas estaba conociendo la calidez de una verdadera familia. Recuerdo que, a veces, organizábamos guerras con bolas de arena... Siempre fui el ganador.-

Crocodile: ¿Qué piensas pintar cuando estemos allá, ___?

___: Supongo que el atardecer... Sería bonito verlo sin tantos edificios.

Crocodile: ¿Tantos? A donde vamos no hay prácticamente ninguno.

___: ¿No?

Crocodile: Cierto... Nunca has ido a la playa, ¿cierto?

___: Fui cuando era pequeña, pero tengo muy vagos recuerdos...

Crocodile: No te preocupes. Estoy seguro que te encantará.

-La conversación se ha acabado, dando paso a ese silencio cómodo que nos deja admirar el paisaje rural que poco a poco se revela ante nosotros. Observo de reojo a ___ y no puedo evitar esbozar una pequeña sonrisa al notar que ella está concentrada dibujando a Ökami y Prince dormidos, acurrucados el uno con el otro; miro por el espejo retrovisor y descubro sin mucha sorpresa que los dos canes han caído en los brazos de Morfeo.-

Crocodile: (Parece que ___ está mejorando...)

-Y es cierto... Desde que la terapeuta le recomendó utilizar la pintura como su medio de expresión, ella pareciera haber mejorado considerablemente su estado... Es cierto que aún tiene pesadillas por lo ocurrido, pero espero que algún día sea capaz de dejar esos malos recuerdos atrás, reemplazándolos con otros mejores... Y yo estar allí para crearlos a su lado.-

Trabajando para un demonio (Crocodile x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora