Trabajando para un demonio (Crocodile x Reader)

Capítulo 22: Cuidados y oportunidad

NARRA ___

-Despierto al oír pequeñas garras que resuenan al chocar levemente con el piso de madera que recubre mi habitación. El que diseñó esta mansión sabía perfectamente que la cerámica es lo PEOR cuando se trata de evitar el frío... Aquel sonido de patas se detiene al lado de la cabecera, por lo que levanto un poco la cabeza, encontrándome con un preocupado Prince que no deja de sollozar.-

___: Hola... ¿Viniste a hacerme compañía...?

-Obtengo como respuesta un ladrido de su parte y sonrío levemente. Con bastante esfuerzo me incorporo y le tomo en brazos para dejarlo sobre el colchón, a mi lado; comienza a mover su cola amistosamente y lame mi mano en señal de cariño... Vaya que es mimoso este pequeño diablillo... ¿Cuántas veces le he visto intentar comerse los zapatos de su dueño?-

___: Supongo que te hace falta algo de compañía...

-Cuando era pequeña, tuve un perro bastante grande que pertenecía a mis padres... Aunque las memorias son difusas, puedo recordar que más de alguna ocasión me subieron a su espalda y el can corría por el parque moviendo la cola conmigo aferrada a él. A los ocho, ya no podía moverse por el dolor de sus huesos... Era realmente viejo... Una noche, como de costumbre durmió a mi lado... Solo que esa vez, no volvió a abrir los ojos.-

___: Me recuerdas un poco a Hund...

-Era un can realmente hermoso de pelaje blanco y gris con ojos celestes cual cielo despejado. Por muchos años le llamé "lobo" por creer que era uno... Hasta que entendí que era de raza "Husky Siberiano", generalmente conocidos como perros de trineo de nieve. Lamentablemente mi estado económico no me permitió poder hacerme con un cachorro para cuidarlo por mí misma... Y no me atrevo a pedirle a Crocodile semejante favor, ya que él ha sido lo suficientemente amable como para permitirme quedar en su mansión sin pedir nada a cambio.-

Crocodile: ___, te traje el almuerzo. Sanji vino esta mañana y preparó algo de caldo de pollo para que te recuperes pronto.

-Han pasado casi diez días desde que estoy en cama y mi resfrío ha ido desapareciendo poco a poco... Día por medio recibo visitas de mis amigos y compañeros de trabajo... Aún me parece extraño que todos se preocupen tanto por mí, siendo que no tengo nada que puedan llegar a querer. Chopper y Law también han venido, no solo por chequeos, sino que también para charlas amistosas.-

Crocodile: Ten cuidado, está caliente.

-Desvío la mirada, levemente sonrojada por el hecho que Crocodile esté siendo tan malditamente amable conmigo... ¿Por qué no puede ser un frío conmigo, tal y como lo es con los trabajadores de Baroque Works? Me duele estar enamorada de él... A veces me gusta pensar en un tonto sueño imposible donde mis sentimientos son correspondidos y el tema de los negocios es completamente aparte. ¿Por qué es imposible? Porque el mundo no trabaja de esa forma, y mucho menos la ciudad de One Piece... Aquí, lo que manda es el dinero y el poder, no el amor... Esto no es un cuento de hadas con finales felices por siempre, sino que la dura y jodida realidad.-

___: Gracias, Crocodile.

Crocodile: Te tengo noticias, hoy viene ese idiota de Smoker.

___: ¿Smoker? ¿...Por qué le dices idiota?

Crocodile: Nada, nada. Olvida ese adjetivo y alegra un poco la cara.

___: Sabes que no me puedo acostumbrar a permanecer tanto tiempo acostada sin hacer nada... Me siento una--

Crocodile: Ni se te ocurra decirlo. Sabes muy bien que no eres una carga para mí. Prince y yo nos sentimos felices de tenerte aquí, punto.

-Sonrío un poco ante sus amables palabras... Es raro que ame y odie tanto su comportamiento conmigo. ¿Realmente está bien con soñar ese mundo imposible? No estoy segura de poder decir que somos amigos, porque jamás nos hemos referido al otro de esa forma... Aunque sea, me gustaría que pudiéramos llamarnos así algún día.-