"SERENDIPIA" {FBTNY #1} ©

Capítulo 10

𝑬𝑫𝑬𝑵

El día de ayer lo pasamos casi todo en Boston. Fuimos a Harvard y al Museo de Bellas artes por la mañana, comimos en casa de Virginia, y cuando terminamos, nos fuimos de vuelta a New York.

Después de esa noche tan... intensa que pasé con Julen, pensé que a lo mejor cambiaría nuestra relación. Pero ahora resulta que al señorito le afecta demasiado el tequila y no se acuerda de una mierda. Cuando me preguntó que qué había pasado, me limité a decirle que nos hinchamos a tequila mientras hablábamos de cosas sin importancia. Él como un gilipollas se lo tragó y ahora actúa con normalidad.

Pero mi misión de seducirlo aún no ha terminado. Hasta que no asuma que no soy una niña y que no pasaría nada si sucediera algo entre los dos, no pararé.

Hoy las clases se me están haciendo aún más eternas por lo que cuando suena el timbre, decido pasarme por el forro el ir a la biblioteca para estudiar y salgo escopeteada hacia la salida.

-Hey. -dice Sean a mi lado mientras andamos por el camino que nos lleva a la calle.

-Hola, Sean. -sonrío un poco.

-¿Haces algo esta tarde?

-Si, mañana tengo dos exámenes, pero si quieres mañana por la tarde podemos ir a tomar un café por la tarde. -le digo. Él sonríe y asiente con la cabeza.

-Claro.

Cuando estamos apunto de llegar a las escaleras del metro, escucho alguien que dice mi nombre. Me giro y veo a Julen apoyado en su coche el cual está justo al lado de la escalera, justo a nuestro lado prácticamente.

-¿Qué haces aquí? -pregunto confundida. Él se acerca un poco a nosotros.

-Venía de la editorial y he pensado en pasar a buscarte. -me dice y luego mira a Sean. -Sean Hawkins, tan desagradable a la vista como siempre. Pensé que ya habrías huído a tu país.

-No tengo porqué irme. -dice Sean mirando mal a Julen.

-Espero que no tengas pensado hacer cualquiera de tus mierdas con Eden porque te voy a volver a partir la cara. -dice Julen arrastrándome hacia él.

Yo no estoy pillando nada.

-No puedes obligarla a no salir conmigo. -espeta Sean.

-Mira, métete en tus asuntos y déjala en paz, porque te voy a dar tal paliza que no te van a reconocer ni en tu puta casa. -dice Julen dándome un leve empujón hacia el coche.

Abre la puerta del coche y prácticamente me mete dentro de este. Me cierra la puerta y lo miro confundida mientras rodea el coche para entrar él. Sean baja las escaleras del metro y Julen entra en el coche.

-Ni se te ocurra volver a hablarle a este tío, Eden. -dice abrochándome mi propio cinturón pues yo no lo he hecho.

-No eres nadie para prohibirme nada fuera de tu casa, Julen. -murmuro.

Él ríe irónico y veo como coge su móvil, lo deja en el salpicadero del coche en altavoz y se escuchan los pitidos de una llamada. Arranca el coche y justo cuando nos ponemos en marcha, se escucha una voz en el móvil.

-¿Qué hay, tío? -saluda la voz de mi hermano. Yo frunzo el ceño.

-Hey. Estoy en altavoz con tu hermana en el coche. Dile tú que no puede ver a Sean porque a mí parece no querer hacerme caso. -dice Julen.

-¡¿Sean Hawkins?! -exclama mi hermano. Julen hace un sonido de afirmación. -Eden Vázquez Sanz, como se te ocurra dirigirle una mirada o una sola palabra a ese tío, voy yo mismo y te llevo de un puñado a Barcelona de vuelta, te lo juro.