Capítulo 12

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Jungkoook estaba seguro que solo se sentía un poco posesivo con respecto a su asistente. Taehyung era una persona con una belleza física digna de admirar, su personalidad era otro asunto. A veces lo saca de quicio por su manera de tomar las órdenes sin embargo, Taehyung tenía varias cualidades que lo tenían intrigado y defectos que a veces lo hacían suspirar.

¿Egoismo? Jungkook sabía que no lo era. Entonces, ¿Qué era?

No podía encontrar la emoción que sentía cuando miraba al mayor.

Le enojaba que Taehyung no acatara sus órdenes.

Le enojaba que le importe demasiado para sentirse molesto por ello.

Y sobre todo, lo ponía furioso que le mintiera.

Verlo en ese bar lo había puesto furioso. Todas las mujeres y hombres del lugar admiraban esa fina figura que representaba Kim Taehyung. Jungkook se mordía los labios al ver como varios de los presentes observaban con lascivia a su asistente.

Odiaba sentirse así. Y odiaba en demasía ser él único que se sintiera de esa manera por parte de ambos.

Si le tocaba sufrir, el se encargaría de que Taehyung sufriera con él. Por eso, cuando divisó unos cabellos castaños en la entrada principal de la empresa, se dijo así mismo que no dejaría abrumarse por todo lo que era Kim Taehyung.

Jungkook no iba a ceder tan fácilmente.

—Hola señor Jeon.

Jungkook dirigió su mirada a la pequeña figura de Keyla, quien lo saludaba con una sonrisa amable.

— ¿Cómo estás Keyla?

Ella sonrió mientras sacaba un sobre blanco para extendérselo. Jungkook lo tomó extrañado y a la vez con curiosidad. Keyla era la asistente personal de Kim Seokjin, todo lo que viniera de ella es literalmente impredecible.

— ¿Seokjin tiene algo que ver aquí? —Preguntó Jungkook mientras lo abría con gesto cuidadoso.

Ella asintió divertida. —Dígamos que si, señor Jeon. Pero esto no tiene nada ver con el trabajo. Ayer por la tarde estaba repartiendo estos sobres, son invitaciones para mi fiesta de cumpleaños.

Jungkook alzó una ceja.

—Y antes de que diga que no tiene tiempo para esto, el señor Seokjin, quien por el momento está por encima de usted, dice que si no asiste al evento le quitará el veinticinco por ciento de sus acciones, además de las que él tiene. Haciendo un total del cincuenta y cinco por ciento una vez que ceda el puesto.

Jungkook notó como Keyla lo miraba malévolamente, esa sonrisa era la viva expresión que hacía Seokjin para manipularlo.

Maldito Seokjin, Maldijo Jungkook en sus adentros. Había creado una réplica exacta de él mismo en su asistente.

—Dile a ese imbécil, que una vez que tenga el puesto como CEO, será el primer hombre que dirá adiós a la compañía.

—Si señor.

Jungkook acarició los cabellos de Keyla juguetonamente antes de despedirse.

—De mi parte para ti, iré gustosamente.

La sonrisa de felicidad de la asistente de Seokjin fue lo último que vio cuando se despidió. Fue directo a su oficina, pasando de lado a Taehyung quien se encontraba a unos metros de él sirviéndose una taza de té.

Aunque moría de ganas de verlo, todavía se sentía un poco molesto.

Taehyung vio como su jefe pasaba de lado sin saludarlo. Habían pasado dos días de lo sucedido, ya era miércoles y todo entre ellos parecía no avanzar.

El Asistente ||Vkook||Kookv|||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora