Omega Maldito

Duele

—Duele, duele cuando respiro, cuando cierro mis ojos, ya no puedo conciliar el sueño. Se lo di todo Jarvis, trate de ser un buen omega para él, para ellos… pero no soy suficiente, nunca lo fui, ni siquiera para mi padre. Solo soy un estorbo para todos, ni siquiera a mamá le gustaba estar conmigo… no se porque sigo vivo.

Se lamentaba un herido castaño, sus heridas exteriores ya estaban sanando, pero las heridas internas que le dejo la guerra civil jamás se curarían, otra cicatriz más para su débil alma.

El único que permanecía con él era su fiel Jarvis, su amado hombre de setenta años, el padre que nunca tuvo, el mejor amigo que nunca consiguió.

Rhodey se fue, no permitió que le construyera prótesis solo desapareció de la noche a la mañana, Pepper hace mucho que lo había abandonado, argumentando que no soportaba su egocentrismo. Visión se fue a recorrer el mundo, quería aprender más cosas y no había dudado en marcharse, el chico araña estaba demasiado ocupado con su vida como para preocuparse por un viejo y lastimado hombre.

No tenia a nadie. Siempre estuvo solo, siempre buscando llenar el vacío en su interior, tratando de ser lo mejor para personas que solo estaban a su lado por interés.

Por un momento pensó que había encontrado una familia junto a los vengadores, que iluso había sido, un omega defectuoso como él jamás lograría ser feliz. No importa cuanto lo intentara, las personas siempre terminaban aburriéndose de su desastrosa personalidad.

Natasha lo había traicionado, de seguro ahora debería estar riéndose a sus espaldas por haber sido tan ciego, T’challa su viejo amigo, aquel que había prometido siempre brindarle su ayuda, lo abandono cuando más lo necesitaba, dejándolo solo con dos super soldados. 

Y Steve… oh su amado Steve, cuando daño le había hecho aquel Alfa. Mintiéndole con una sonrisa en la cara, diciéndole que lo amaba, que daría su vida contar de estar a su lado, que jamás lo iba a dejar solo.

Mentiras.

Todo eran puras mentiras.

Steve no había dudado en casi matarlo con su escudo para defender a su amigo… lo miraba con frialdad, con odio, no le importo un pepino atacar el reactor, su fuente de vida. Su amado Steve intento matarlo.

Y lamentablemente no lo logro.

Pero si logro acabar con la vida que llevaba en su interior.

Otra muerte inocente más que llevaba sobre sus hombros, si no hubiera sido tan distraído, ahora su bebé estaría sano y salvo entre sus brazos.

Pero como siempre todo fue su culpa, por ser un mal omega, por ser una mala persona… por ser Anthony Edward Stark.

Estaba maldito y siempre lo estaría.

Lastima que no era el único.