Omega Maldito

Día normal

-Se que sonara extraño, pero tengo la sensación de que Tony está feliz- Laura lo miro con confusión.

Habían terminado de comer y la beta había mandado a Natasha a cuidar de los niños, mientras Harley la ayudada a lavar los trastes.

La castaña apoyo su mano en el hombro del Alfa, dándole la confianza para seguir hablando. En este tiempo que había convivido con él, aprendió que le costaba expresar sus emociones correctamente.

-Cuando él estaba mal, yo podía sentirlo a través de nuestro vínculo, por eso siempre sabia cuando me necesitaba. Y ahora, aunque la conexión es muy leve, siento una calidez acogedora en mi pecho, como cuando estaba con el imbécil de Rogers, solo que ahora es más fuerte- Harley se veía muy confundido.

Laura se sentó y con un movimiento de manos le indico al menor que se acomodara a su lado.

-Después de que Tony desapareciera, nos visitó una persona, su nombre era Stephen Strange, dijo que era un guardián de una gema o algo parecido. Al principio no le creímos nada, pero él nos aseguró que Tony estaba bien, que estaba en buenas manos- Los ojos de Laura no mostraban signos de mentira-

- ¿Pero por qué? -Cuestiono frustrado, se sentía aliviado porque Tony ya no estuviera en ese constante estado de depresión, pero al mismo tiempo estaba triste por no poder verlo.

-Anthony es especial, el cambiara el destino de todo el universo- Laura hablo con voz firme- Eso fue lo que dijo Strange. Siempre supe que Tony era diferente, así que nuestro deber es hacernos cargo de la tierra mientras él no esté en casa. ¿Puedo contar contigo? –

-Por supuesto- Respondió rápidamente Harley, sin siquiera dudarlo.

Tony le había devuelto las esperanzas, lo ayudo cuando nadie más lo hizo, lo apoyo, lo aconsejo y fue el padre que tanto necesito. Le debía su vida a Tony, así que haría lo que fuera necesario.

-En ese caso levanta tu lindo trasero y vamos, tenemos una empresa que administrar y nuevos héroes que reclutar- Laura no espero respuesta y salió de la cocina.

Harley no tardo en levantarse y seguir a la imponente Beta.

Todo sea por Tony.

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Tony despertó por el exceso de calor.

Lo primero que hizo al despertar fue estirarse, o bueno lo intento, ya que unos fuertes brazos en su cintura le impedían moverse.

Observo el tranquilo rostro de Thanos al dormir y se acurruco aun más contra el costado de su gran cuerpo, sonrió por lo bajo, recordando lo fácil que le resulto conciliar el sueño esa noche.

Le resultaba un tanto inquietante la diferencia entre sus cuerpos, si Thanos quisiera podría quebrarle varios huesos de un solo golpe o matarlo con una sola de sus manos.

Pero sabía que su Titan jamás haría eso, a pesar de no llevar ni dos semanas conviviendo con la pasa, podría confiarle su vida.

Tal vez se estaba arriesgando demasiado, pero no le importaba.

Solo quería ser feliz y aunque sonara extraño, así se sentía al lado del Titan.

Acaricio suavemente su rostro, delineando las cicatrices que lo adornaban, aprendiéndose de memoria todos los detalles de su piel.

Una pequeña risa se escapó de su ser al ver como su mano era apresada delicadamente por la gran mano del Titan y se sonrojo al sentir como un cálido beso era depositada en esta.

-Buenos días Anthony- Susurro Thanos, deslizando su mano por el brazo de su pequeño fénix, sonriendo al ver como la piel a su paso se erizaba.

—Buenos días- Respondió suavemente el omega.

Las palabras no eran necesarias, Tony sentía el amor que Thanos le transmitía a través de su mirada y el Titan no quería presionar a su amado Fénix a hablar sobre lo ocurrido.

Se mantuvieron así por largos minutos, simplemente disfrutando de la compañía contraria y del calor entre sus cuerpos.

La fuerte mirada de Thanos hacía que el omega se sonrojara, estaba llena de tantos sentimientos que Tony se sentía hermoso de nuevo.

La gran mano del Titan en su espalda baja, resultaba muy confortante, lo mantenía apegado a su cuerpo, lo hacía sentir seguro, acompañado.

Las dulces palabras de su pasa hacían latir su corazón como si fuera un adolescente, lo llenaban de esperanza y de alegría, haciéndole olvidar todo el dolor que alguna vez sintió. 

Podría seguir de esta forma por infinitas horas, pero el rugido de su estómago rompió el agradable ambiente.

La risa del Titan lleno la habitación, seguido de las quejas del omega.

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- ¿Extrañas la tierra? -Cuestiono tímidamente Nebula, luego de unos minutos de trabajo en silencio.

Tony dejo de lado el martillo y concentro su mirada en la chica, meditando muy bien sus palabras.

—No, nunca me sentí cómodo, siempre hablaban mal de mí, todo lo que hacía lo terminaban convirtiendo en algo malo, me culparon de cosas que no hice, me odiaron por mentiras sin pruebas- Bajo la mirada al terminar-

Recordaba todas las veces que había sido acusado injustamente, por la prensa, por sus compañeros de equipo, por Pepper.

—Pero extraño a mi pequeña manada- Dijo con un tono cálido- Amarías a Harley, es el niño más inteligente y rebelde que conocerás, creo que ustedes se llevarían genial, porque se parecen demasiado. Ambos han pasado por muchas cosas y esconden sus emociones, pero en el fondo son personas maravillosas- Hablo con ternura, provocando un leve sonrojo en Nebula.

Tony hizo una pausa para beber algo de su amado elixir, el café que Thanos se encargaba de conseguirle todos los días.

Sonrió estúpidamente al pensar en eso.

—También esta Laura, ella parece indefensa y débil, pero es la mujer más fuerte e intimidante que he conocido, ella no tendría miedo de enfrentar al criminal más peligroso del universo si se meten con alguien que ama- Relato con una pequeña sonrisa burlona- Y sus hijos son un amor, Cooper es muy inteligente, Lila es una pequeña manipuladora y Nathaniel es adorable. Algún día te los presentare, estoy seguro de que ellos te amaran-

El omega se veía tan emocionado que Nebula se vio incapaz de decirle que no.

Tony tenía un extraño efecto en ella.

Si él la miraba de esa forma tan amorosamente paternal, le hablaba con ese tono cálido y cuidadoso o le sonreía como solo él podía hacerlo, Nebula haría cualquier cosa que él le pidiera.
Era extraño, pero sentía la necesidad de proteger a Tony a toda costa.

Su padre era afortunado de tener a una persona tan brillante y cálida a su lado, ojalá no arruine las cosas, fue su ultimo pensamiento antes de volver a trabajar.

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Carol caminaba de un lado a otro, dando vueltas una y otra vez por el mismo sitio.

Había recorrido diferentes bares a través de los planetas que había visitado en los últimos días, recolectando información acerca de Thanos.

No quería ir a un enfrentamiento sin saber nada acerca del Titan y menos si esperaba traer a Stark con ella.

Sabía que él ya tenía tres gemas en su poder, sería una batalla difícil, pero nada que no pudiera ganar.

Se coloco su traje y salió decidida, recuperaría a Anthony Stark y lo traería de vuelta a la Tierra, no importara a los que tuviera que asesinar en el camino.

Tenía una misión que cumplir.