Omega Maldito

Progresar

—Tranquila Lila, ahora están a salvo. No dejare que nadie vuelva a lastimarlos- Declaro acariciando los suaves cabellos de la niña y mirando cariñosamente a Laura.

Laura Barton, una mujer luchadora, valiente, sobreprotectora. Una mujer que no había dudado en soportar los minutos de tortura con tal de proteger a sus hijos. La mujer que le debía su vida a Anthony Stark.

Y por sobre todo, la mujer que iría a la cárcel por matar a su estúpido esposo. Apenas viera a Clint lo abofetearía muy fuerte ¿Cómo se pudo atrever a traicionar a Tony?

Tony Stark se había encargado de asegurar la educación de sus hijos, cada vez que el arquero estaba de misión el genio los visitaba. Les llevaba provisiones para todo el mes, ropa, libros, juguetes y todo sin esperar nada a cambio.

Tony Stark no había dudado en enfrentarse a un agente del gobierno para defenderlos, nuevamente los había salvado cuando su esposo no lo hizo.

Anthony era un ángel y Laura no permitiría que alguien volviera a lastimar a tan maravilloso hombre, aun si eso significaba divorciarse.

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—Friday cariño tenemos muchas cosas que hacer. Primero busca la mejor tienda con productos para infantes y mándasela a Laura, que elijan lo que quieran. Segundo, recopila toda la información que tenemos de Thaddeus Ross, activa la cámara que le colocamos hace un rato, quiero que grabes todo lo que hace.

Se movía de un lado a otro, cambiando las herramientas de lugar frenéticamente. Hace mucho que no pisaba su taller y estar de vuelta lo emocionaba. Cargaba entre sus manos su amada taza de café.

—También pregúntale a Jarvis que cosas serían indicadas para que los niños coman, cuando lo tengas listo manda a comprarlo. Recuérdame en unas horas terminar las actualizaciones de Karen, no puedo dejar al mocoso por ahí, conociéndolo no tardara en descubrir que tiene una IA.

Negó con la cabeza y suspiro con pesadez, Peter terminaría dándole un ataque al corazón o algo así. Al menos podía confiar en que Karen lo mantendría a salvo.

-Las cámaras están activadas jefe, el señor Jarvis ya esta agregando cosas a la lista y la señora Barton y los niños están en la sala discutiendo sobre los gastos de los productos. Tenemos alrededor de 15 archivos con las pruebas suficientes para hacer caer al secretario Ross y a sus aliados.

—Muy bien preciosa, asegúrate que los archivos estén impecables, no podemos dejar ningún clavo suelto y menos ahora, en dos días tendremos la junta con los representantes… será nuestra oportunidad para mejorar toda esta basura, no podemos dejar que nada sea imperfecto. Convoca a la prensa para ese día, todo el mundo se tiene que enterar de lo que esta pasando con sus héroes.

Y así Anthony Stark decidió enterrar su dolor, fingir estar bien y continuar sus deberes con el mundo.

Ignorando la presión en su pecho, las voces en su mente, no podía rendirse… tenía que pagar por sus errores, porque todo lo que estaba pasando era su culpa.

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- ¿Dónde están las otras gemas?- Cuestiono el titan, al igual que la mayoría de las veces desde que conoció a Stark, se encontraba sentado en su trono mirando hacia el espacio, o más bien hacia la tierra.

-La gema del espacio está en poder de los Asgardianos que sobrevivieron mi señor, viajan en una nave a través del espacio, los dioses Thor y Loki están ahí. La ubicación de la gema del alma aun es desconocida, su hija no cumplió con los resultados esperados.

-Eso es lo de menos, tengo otros métodos para averiguarlo- Se cruzo de manos, mirando como su Fénix se movía por todas partes con demasiada velocidad para un humano tan pequeño como él- ¿Y las otras dos?-

Un silencio le siguió a eso, Ebony creía ciegamente en las acciones y palabras de Thanos, pero con la poca información que había conseguido de la gema del alma sabía que tendría que hacer un sacrificio… no tenía dudas de que el titan lo haría… pero siempre podía arrepentirse.

Y ahora, con dos gemas en la tierra, hogar del débil humano que había adoptado por capricho… realmente sus esperanzas de tener un futuro mejor se estaban desmoronando.

-Están en la tierra mi señor- Contesto luego de unos largos minutos en silencio.

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Tony estaba agotado, llevaba tres noches seguidas con el mismo sueño.

El escudo de Rogers enterrado en su pecho, el llanto de su bebé de fondo, gritos, muchos gritos de todas partes y luego nada.

Eran largos minutos o quizás horas de una perturbadora calma, solo con el latido de su corazón sonando a lo lejos.

Luego un portal, Tony podía recordarlo a la perfección, después de todo casi muere al cruzarlo.

Pero algo se sentía diferente, su pecho se apretaba por la ansiedad que sentía.

Esta vez no había cadáveres, muerte, ni miedo. Era simplemente el espacio, la vista era maravillosa, las fotografías jamás se podrían comparar a lo que presenciaban sus ojos.

Y Finalmente estaba lo que provocaba su inquietud.

Un inmenso trono de color dorado, demasiado grande para ser un humano o un dios, Thor quedaría pequeño al lado del asiento. Pero solo podía verlo por detrás, era incapaz de moverse y ver más allá.

-No impacientes pequeño, pronto llegara nuestro momento- Esa voz…

Esa jodida voz hacia que su cuerpo se estremeciera por completo, su piel se erizaba y su lado omega se descontrolaba.

Esa voz era como una caricia para su alma, pero al mismo tiempo sentía que seria su fin.

Después de eso despertaba, con el corazón a mil y bañado en sudor.

Pero ignoraría lo que le gritaban sus sentidos, tenía cosas más importantes por las que preocuparse ahora.

Como la junta que tendría en apenas un día.

El caos se avecinaría sobre el mundo, estaba seguro de eso.

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-No cuestiones mis acciones, el plan no ha cambiado-Hablo fríamente el portador de las gemas- Y mi pequeño humano nos ayudara a cumplir nuestros objetivos, él será la pieza clave en este juego- Murmuro para sí mismo, deleitándose con el futuro- Es tiempo de comenzar los preparativos, iremos en busca de la gema del espacio.

Tenia que volverse aun más poderoso antes de estar con su Fénix o si no, no podría estar a su altura.

El humano se merecía lo mejor del universo y en eso se convertiría Thanos.