Felicidad

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La batalla que parecía el fin del mundo, se acabo en apenas un parpadeo. Thanos ya había recuperado a su Omega, así que -por el momento- no tenia porque seguir luchando.

Los destrozos fueron mínimos, y los heridos podían ser contados con los dedos, al menos para el lado de los humanos. Thanos empezaba a darse cuenta de que había subestimado un poco a los terrestres.

Tony no había dudado en mandar a un equipo de limpieza para que no quedaran rastros de la pequeña pelea. Una vez se aseguro de que todo quedara en orden, todos volvieron a la torre.

Y si, ese todos también incluía a los prófugos. Aunque Laura le había dicho que ellos no lo merecían, Tony no podía dejarlos a su suerte, además, T'Challa estaba con ellos, no podía permitirse quedar mal ante el rey, no mientras sus planes de utilizar Vibranium siguieran en pie.

Una vez su pequeña familia estuvo reunida en la sala, la bomba exploto.

Laura y Natasha se lanzaron a interrogar a Thanos, el Omega hasta sintió un poquito de pena por él, pero debía admitir que era divertido ver al Alfa siendo amenazado por las chicas.

Lentamente Tony se retiro hacia la cocina, yendo a por una taza de café y una dona, se la merecía después del día tan descabellado que había tenido.

Sonrió al escuchar las risas de Lila y los gritos de Cooper, las disculpas de Peter, los comentarios oscuros de Nebula y las burlas de Harley. Las amenazas de Natasha y los regaños de Laura, y la voz de Thanos que provocaba que su piel se erizara, tan profunda y masculina, pero a la vez tan cariñosa.

Su pecho se sentía cálido y su Omega interior gemía de gusto por todos los vínculos que habían creado, estos se sentían reales, familiares. Nunca antes se había sentido mejor.

Finalmente, su familia estaba completa.

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Este era el momento que había estado esperando.

Thanos se había retirado hacia el baño, era ahora o nunca.

Salió silenciosamente de la sala, procurando que nadie se diera cuenta de su ausencia y con ayuda de la voz que salía de las paredes llego hasta el baño.

-Tienes que decírselo- Pronuncio apenas vio a su Padre saliendo del cuarto- ¡No puedo creer que no se lo hayas dicho! Tony te adora, estoy segura de que lo entenderá, pero no puedes dejar que pase más tiempo- Su rostro se veía muy serio- Tienes de aquí a mañana o yo misma iré y se lo diré todo.

-Entiendo- Contesto Thanos con seriedad, aunque por dentro se sentía orgulloso de la ferocidad con la Nebula estaba enfrentándolo, finalmente su hija estaba empezando a madurar.

-Y más te vale no usar las gemas para manipularlo, no permitiré que le hagas eso a Tony- Amenazo, sin miedo alguno.

Ver a esas humanas enfrentar sin miedo alguno a su Padre le había dado las fuerzas necesarias, no podía quedarse atrás, ella también quería proteger al Omega.

Tony le había recordado lo que era tener una familia y lo más importante, le había abierto las puertas para pertenecer a las tuyas. No lo defraudaría por nada en el universo.

Aun así, prefería no tentar a su suerte, así que le dio una ultima mirada de advertencia a su Padre y se marcho de vuelta a la sala.

Thanos se quedó impresionado, observando por donde se había ido su hija. Cuando su asombro paso, una leve risa salió de sus labios.

-Aun me sorprende tu habilidad para conquistar a las personas Anthony, es impresionante lo que puedes hacer solo con tus hermosas sonrisas- Murmuro.

Omega Maldito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora