Omega Maldito

Padre

Ebony caminaba de forma nerviosa por los pasillos de la nave. Estaba preocupado por el futuro.

Su señor había dejado de lado la búsqueda de las gemas por ese débil humano, ya llevaba más de una semana sin pedir informe de los avances, cuando antes los pedía a diario.

Ese estúpido humano sería la razón de su fracaso.

Tal vez con una amistosa visita de su parte, aceptaría al Titan.

Ignoro los nervios que sentía y entro de golpe al taller. Hizo una mueca de asco al ver el desorden que había y el molesto olor a aceite que lo colocaba enfermo.

—Llegaste temprano, ahora tendrás que quedarte a hacerme compañía, porque aun no es hora de almorzar ¡Aunque si traes donas podemos negociarlo! -Tony hablo sin levantar la vista de las piezas sobre la mesa.

Ya se había acostumbrado a que Thanos entrara al taller y realmente no le molestaba, ya que el Titan era una muy buena compañía. Nunca se quejaba cuando comenzaba a divagar o le reclamaba por su desorden, además que le había conseguido sus amadas donas de chocolate.

Ebony se sentía indignado ¿Cómo un insignificante humano se atrevía a hablarle de esa forma a su señor? ¡No mostraba una pizca de respeto por el Titan!

-No se quien crees que eres, pero no tienes poder alguno para hablarle de forma tan confianzuda a Thanos, el es superior a ti en todos los sentidos, le debes respeto. Aunque bueno, todos en esta nave somos superiores a ti- Lo ultimo lo dijo con claras intenciones de dañar al humano-

—¿Calamardo? -Pregunto confundido Tony, nuca antes había visto a este… ser- ¿Quién eres? –

-Aunque no mereces saber mi nombre te lo dire, soy Ebony, mano derecha y súbdito más fiel de Thanos. Vengo a recordarte cuál es tu posición aquí- Se acerco lentamente al despreciable humano- No eres más que un simple capricho de nuestro señor, en unos días se aburrirá de ti y tendremos que matarte. Así que disfruta de los pocos días que te quedan de vida, sucio humano.

—Déjame decirte que tu amado señor es quien me quiere aquí, además, no eres lo suficiente importante para él… jamás lo he escuchado decir tu nombre, pero apuesto a que tu te sabes el mío de memoria ¿O me equivoco? -Sonrió burlonamente, provocando a Calamardo.

Tony no estaba dispuesto a dejarse humillar por más personas y aunque las palabras de Ebony le dolieran y lo llenaran de temor, no se iba a dejar pisotear por alguien que no conocía.

-No tientes a tu suerte humano- Ebony se acercó furioso- Solo eres un juguete- Estuvo a punto de tomar por el cuello a Anthony, pero un fuerte carraspeo resonó por la habitación.

-Ebony, será mejor que te marches ahora- El rostro de Thanos se veía lúgubre, había escuchado todo lo que su seguidor le había dicho al omega- Dije AHORA- Repitió con fuerza al ver como el nombrado quería replicar.  

Anthony se dejó caer en la silla, su cuerpo abandonando la tensión, ahora estaba Thanos para protegerlo.

- ¿Estás bien? -Pregunto suavemente Thanos, sin querer alterar a su pequeño humano.

—Si, solo… no pensé que aquí también seria odiado- Hablo por lo bajo y desvió la mirada- Supongo que es inevitable, después de todo me lo merezco.

Tony se sobresalto al sentir la áspera y grande manos del Titan levantando su rostro, obligándolo a mirarle a los ojos.

-Lo único que es inevitable es la llegada de alguien que te enseñe que eres maravilloso, que te demuestre que realmente te ama, por lo que eres, no por lo que muestras a los demás. Inevitable es no ver lo hermoso que te ves cuando sonríes y cuando experimentas, cuando construyes, cuando inventas. Inevitable es enamorarse de ti- Thanos hablaba con tal pasión que el rostro de Tony estaba totalmente rojo.

Finalmente, el titan estaba sacando a relucir sus verdaderas intenciones.

—Yo no…. No se que decir- Su cerebro parecía haberse derretido por las palabras- No quiero volver a ser lastimado- Confeso el millonario.

Thanos sonrió con ternura, amaba ver que el genio ya se abría más con sus emociones. Estaba consiguiendo derribar esas fuertes barreras que el omega se había autoimpuesto.

-Lo se Anthony, se por lo que has tenido que pasar y mi único objetivo es ayudarte a sanar- Acaricio suavemente su mejilla- Permíteme adentrarme en tu corazón y reparar tu alma, déjame ser quien sane tus heridas, te juro que no te arrepentirás. Solo dame una oportunidad.

Y tal vez Anthony estaba muy desesperado o realmente se sentía seguro al lado del Titan, porque no dudo en responder con un sí.     

Finalmente, las cosas estaban tomando un buen rumbo.

<<☆>><<☆>><<☆>><<☆>>

- ¿Dónde estabas? -Peter se sobresalto al escuchar la seria voz.

Prendió la luz de su habitación y retrocedió al ver a un joven más o menos de su edad sentado en su cama.

Miro por el pasillo para ver si su tía May no estaba cerca y con algo de desconfianza entro a la habitación, cerrando la puerta detrás de sí.

-Estaba en la escuela, si eres uno de los agentes de Fury, lo siento, pero ya le dije que no trabajare con e- Dejo de hablar al ver como el chico se levantaba de golpe-

- ¿Dónde estabas cuando Tony te necesito? ¿No decías admirarlo tanto? ¿Dónde carajos estuviste cuando el sufría, cuando perdió al bebé, cuando pensó en suicidarse? ¿Dónde mierda estuviste cuando se enfrento solo contra el mundo? -Peter bajo la mirada, sus ojos llenos de lágrimas- ¡No estuviste ahí! Y aun así… aun así Tony te quería-

-Yo también lo quería- Confeso Peter, con un gran nudo en la garganta- ¿Sabes donde esta? -Pregunto con desesperación- Necesito disculparme con él-

-Nadie lo sabe… y aunque lo supiera tampoco te lo diría, ustedes no se lo merecen- Hablo con furia el Alfa-

- ¿Y tú sí? Ni siquiera se quien eres- Hablo tímidamente Peter.

Sus piernas temblaron con fuerza ante la mirada cargada de resentimiento que le daba el chico, estaba luchando con todas sus fuerzas contra sus instintos omegas que le pedían a gritos exponer su cuello de forma sumisa.

-Mientras tu estabas tonteando con tus amigos yo llamaba a Tony todos los días, manejaba sus negocios y me encargaba de sacarlo de su taller siempre que podía- El ojiazul lo acorralo contra la pared- Mi nombre es Harley y deberías agradecer que vine, porque si por mi fuera te podrías ir al demonio, pero Tony no me lo perdonaría-

- ¿De qué estás hablando? -Peter estaba muy nervioso ante la cercanía del Alfa.

Jadeo cuando algo fue estampado con demasiada fuerza contra su pecho, lo tomo lentamente y abrió con sorpresa los ojos al ver lo que era.

-Sera mejor que lo cuides, a él le hubiera gustado que lo tuvieras- Y sin más que decir, vio al chico desaparecer por su ventana.

Peter no podía reaccionar.

Entre sus manos tenía un traje de spider man, pero era mucho más evolucionado que el anterior.

Sus piernas fallaron y cayo al suelo, sollozando con fuerza.

Le había fallado a Tony, al que no había dudado en tratarlo como un hijo, lo aconsejo y lo ayudo económicamente. Le fallo al único que había confiado en él a pesar de su corta edad.

No se merecía el cariño de Tony.

<<☆>><<☆>><<☆>><<☆>>

Thanos miro indiferente el rostro sangrante de su seguidor.

No iba a permitir que Ebony le faltara el respeto a su Fénix.

-Espero que esta situación no se vuelva a repetir mi amigo, porque de lo contrario me veré obligado a eliminarte y seria una pena- La forma tan despreocupada con la que lo decía producía un profundo terror en Calamardo. 

-S.Si, lo siento mi señor, no se repetirá- Hablo con la cabeza gacha.

-Más te vale, porque Anthony es más importante para mi que cualquiera de ustedes. No dudare en matarlos si se atreven a atacarle, comunica este mensaje a todos. No permitiré que nadie le falte el respeto a mi Omega-
Thanos salió de la habitación, satisfecho consigo mismo al haber castigado al que se atrevió a lastimar a su amado humano.

Ahora tocaba la insignificante humana que trato de atentar contra la vida de su pequeño Fénix.

Disfrutaría demasiado arrebatando la vida de esa perra.

<<☆>><<☆>><<☆>><<☆>>

Tony estaba en el lugar especial que compartía con Thanos, abrazaba a sus piernas con la mirada perdida en el infinito.

Las palabras de Calamardo quedaron rondando por su mente.

Negó con la cabeza.

Thanos no lo consideraba un juguete.

Había visto la furia con la que miro a Calamardo, uno no miraría así a un amigo por un simple capricho.

Nadie mandaría a construir un taller solo para un juguete.

Una suave sonrisa apareció en su rostro.

Nadie compartiría su lugar secreto con un juguete, nadie mandaría a buscar Donas de chocolate y café de una tienda en especifico todos los días por un simple capricho.

Y a nadie le brillarían los ojos de esa forma por cualquier persona.

Tony se sonrojo de golpe al recordar las intensas palabras del Titan.

El castaño era un genio, había notado hace un par de días las verdaderas intenciones de Thanos, pero no quiso decir nada.

No es como que la idea de él en una relación con Thanos le desagradara.

- ¿Quién eres tú y donde está padre? –

Tony se sobresalto y volteo a ver a quien le había hablado de forma tan exigente, más se llevó una gran sorpresa al ver ¿Una chica… androide azul?

—¿Padre? -Tony estaba muy confundido y aquella chica no dejaba de mirarlo como si fuera una amenaza.

¡Que alguien le explicara lo que estaba sucediendo!