Capítulo VIII

1.3K 105 14
                                    

Alarmas... Alarmas.... Alarmas... ¡MIERDAS DE ALARMAS! ¿Quién hizo los horarios tan temprano? Debería de estar aquí para que todos le demos una lección.

Es lunes, mi primer día de clases después del accidente, los maestros me han dado la oportunidad de hacer trabajos en casa para recuperar las actividades hechas en aula, fueron demasiado amables conmigo, supongo que fue porque se enteraron del accidente dado que mis abuelos fueron a arreglar ese acuerdo el mismo día en que sucedió eso. Si tengo algo positivo que decir de ir hoy al instituto es que los hematomas casi desaparecieron, me puedo mover más sin que me duela algún músculo y las vendas han sido removidas de mis piernas y brazos; aunque por el lado malo, no han desaparecido las pesadillas.

Aunque los desayunos de mi abuela son de lo mejor, estoy demasiado nerviosa como para comer ahora mismo; en vez de tomar el tocino con huevos revueltos de la mesa, voy a la refrigeradora con un vaso en la mano y me sirvo leche escojo uno de los panes que están en la alacena, agarro mi mochila y me dirijo a la puerta principal justo cuando mi abuela sale del baño.

- ¿Eso es lo único que vas a comer?- cuestiona mi abuela con una ceja alzada mientras cruzo la puerta.

- Amm si, ¡gracias!- cierro la puerta antes de que empiece su sermón acerca de comer bien y que si no como voy a adelgazar y posteriormente desaparecer. 

Cuando giro a ver hacia la acera me tomo la gran sorpresa de que hay una camioneta plateada de lo más elegante esperándome con un chófer que parece Terminator que está reclinado en la puerta del conductor, me acerco a el y lo único que hace es entregarme un papel doblado a la mitad y por lo fino que se siente el material se quien es en tanto el chófer se sube al coche. Desdoblo el papel y leo:

"Para mi querida nieta"

Espero que estés lista para tu regreso a clases, te deseo solo buenas nuevas hoy. Te preguntaras que hace Frank en tu puerta, como futura monarca necesitas seguridad, se que quedamos que lo íbamos a hacer publico después de que terminaras este ciclo pero al ser un blanco fácil para aquellas personas a las cuales yo no soy grata que aunque aun no se han enterado tienen los medios para hacerlo y yo haré todo lo posible para que no pase eso por ese motivo he decidido ponerte a cargo de Frank, no te preocupes te seguirá sin que te des cuenta y puede dejarte a unas cuadras antes de llegar a tu colegio para evitar sospechas.

Con amor, tu abuela"

Pues vaya que buenas nuevas me ha dado, no tendré que caminar hasta mi instituto siempre hay que ver el lado positivo de las cosa. Entro en el lado del copiloto del coche me siento y saco mi teléfono para entretenerme en lo que llegamos cerca así poder bajarme, llegar a pie a mi destino y que nadie sospeche, después de un rato siento que el coche no avanza volteo a ver a Frank.

- Señorita debería de ir en el asiento de pasajero por su seguridad- me culpa con la mirada como si ya supiera eso y me senté aquí por molestarlo.

- Siempre he ido en el asiento de copiloto cuando mi madre tenia coche y me iba a dejar al instituto, estaré bien anda ya que este lugar es muy tranquilo- le doy una mirada de confianza pero el no mueve la llave para arrancar y yo quito mi sonrisa- A ver se que quieres velar por mi protección porque mi abuela te mando para eso, créeme cuando te digo que este es un barrio tranquilo y que de cualquier manera no se sabe si en algún caso nos chocan puede dar adelante, también sucede por detrás, así que apúrate porque no quiero llegar más tarde de lo que llego siempre. Gracias- el solo me da una mirada intrigada y enciende el coche.

Como lo previsto, me baje dos cuadras antes de llegar al instituto y le di las gracias a Frank que no me presto atención en todo el camino. Al entrar e ir a mi casillero todas las miradas estaban en mi, supongo que preguntándose que carajo me pasó ya que llevo tiempo en que no vengo a estudiar y este colegio no es muy grande que digamos, como dicen por ahí "pueblo chico infierno grande". Nunca he sido popular en nada, de hecho soy una estudiante más del promedio y espero dejarlo así hasta que el noticion explote, la primera clase de hoy es artes plásticas con el profesor Lucas, soy la ultima en entrar y me siento en el pupitre más alejado del pizarron.

- ¡Hey Vic! ¿Donde has estado? ¡Te he estado enviando mensajes desde que te fuiste! Pensé en serio que no ibas a regresar- Marshall, uno de mis amigos mas cercanos se me acerca y me da un abrazo, hasta ahora me doy que ninguno de los que son "cercanos a mi o amigos" han ido a verme al hospital o a mi casa estaba muy ensimismada en todo lo que paso que no lo noté, aunque no culpo a nadie por el hecho de no irme a ver, mis abuelos no vivían aquí antes del accidente no sabían a quien avisarle y la otra cosa es que nadie conocía mi nueva casa, con mi madre nos habíamos mudado a otra casa mas cerca de mi instituto pero aun conservamos la otra porque le teníamos cariño esta ultima estaba un poco lejos, el año pasado cuando empece a asistir a clases a Mother Theresa era muy tedioso venir aquí el trafico que se hacia nos hizo tomar esa decisión.

- Marshall, ¿que tal estas?- me despego de su abrazo y le doy un repaso con la mirada, su cabello castaño sigue estando despeinado y su tez sigue siendo el mismo moreno de siempre, se nota que ha estado haciendo mas ejercicio desde la ultima vez que lo vi, es bastante guapo sin embargo muy poco sociable creo que por eso es que no todas las mujeres de aquí no están encima de el, son muy pocas las que he visto que quieran coquetear con el.

- Ahora que estas aquí mucho mejor, nos dijeron que tenias que tomarte unas vacaciones porque habías tenido un accidente pero nada mas, no dieron muchos detalles y como pues tu no contestabas el celular y no se tu dirección nueva no te pude visitar, por cierto como te tienes que poner al día con los cursos le ofrecí a la directora que yo seria quien te explicara las cosas. Espero y no te moleste pero creí que después de lo que paso con tu grupo de amigos no tenias a muchas personas en las que apoyarte.

- No te preocupes, gracias por el ofrecimiento, lo acepto. Y si, tuve un accidente de auto pero descuida ya estoy mejor- le doy una sonrisa despreocupada aunque en mi interior sea todo menos así.

De pronto entra el profesor con su computadora todos se callan, van a sus lugares. Miro a Elle dos lugares antes que yo pienso en ir a saludarla pero recuerdo las ultimas veces que lo intente, ¿cual fue el resultado? me ignoro completamente. Cuando el profesor me ve hace un asentimiento y me da una mirada de lastima dándome su pesar por lo que sucedió en mi vida hace unas semanas en ese instante se que con todos los maestros va a ser así, este día sera largo.

***

En la misma cuadra en donde Frank me dejó en la mañana me recoge y me lleva a mi casa, justo cuando voy a entrar mi abuela abre la puerta principal con mala cara, solo por verla se que algo anda mal.

- Hola Vic ¿ que tal te fue en el instituto?- me quita la mochila del brazo, caminamos en el pasillo que se dirige hacia la sala.

- Pues bien, normal supongo, como cualquier otro día. Emmm ¿Pasa algo?- justo cuando ella esta por contestarme una voz me llama desde la sala, entro y miro hay un montón de ropa, personas que seguramente por el uniforme son estilistas profesionales y ahí en el medio de todo una elegante, recatada señora que es mi abuela y de paso reina.

- Espero que te hayas llevado bien con Frank hoy hija mía- me abraza cuando me acerco a ella- Mira todo lo que te he traído- alza la mano señalando a su alrededor- ¿A que es emocionante tener estilistas para ti solita?- me pregunta al ver mi cara de confusión.

- No es por no ser agradecida pero... ¿Por que todo esto?

- Porque necesitas un cambio imagen.

***********************************************************************************************

WENAS REGRESE CHIKIBABIES ok no perdón por toda la tardanza y espero que disfruten el nuevo capitulo, ya regrese a escribir y con nuevos proyectos en mano. Aparte de todo eso comenten como va la historia como podemos mejorarla y tips. Gracias por leer, ¡no se olviden de votar!



La Reina Plebeya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora