Hola, Chester.
El otro día fue tu cumpleaños. Yo llevaba la sudadera, la camiseta, todo lo que en general me recordaba a ti.
No pude evitar llorar de nuevo como lo hacía hace dos años.
Aunque no quieras, seguirás doliendo, y ese dolor será el que me empuje a seguir.
Gracias. De nuevo.
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Hola, Chester.
RandomDesde el 20 de Julio de 2017, sentía la obligación de escribirte. Y que donde quiera que descanse tu alma, esté por fin feliz. Gracias a ti fuimos un ejército. Y ahora lucharemos por nuestro capitán.