Cap. 4

882 86 29
                                    

Una de mis manos viaja ah su muslo recorriendo cada tramo de piel, mis labios completamente pegados ah los suyos privándolo del oxígeno.

Lentamente removi su bóxer acariciando su prominente erección, sus gemidos llenando la habitación por completo logrando encenderme más, pasé mi lengua por mi boca al ver su chocolatado cuello, había deseado tanto chuparlo y morderlo ah mi gusto, recorrer todo su ser con lengua y dientes.

- Alexander - suspira tintineante - Te necesito - y yo muero por complacerlo

- Paciencia cariño - rasgo uno de sus pezones - te aseguro que deseo locamente tocarte con mis labios, lamer tus curvas, explorarte de arriba abajo hasta sentir tu líquido en mi boca, saborearte -

Jadea con mis palabras rasguñando mi espalda, sus labios dejando leves besos en mi barbilla mientras yo lo recorro con mis dedos. Mi erección palpita con anhelo, mis ganas de embestirlo con fuerza aumentan significativamente, inhaló con estruendo tratando de calmarme, cuatro de mis cinco sentidos aun activos.

Quería que lo disfrutará, que sintiera como si jamás hubiera tenido sexo antes.

- Alec - súplica entre gemidos - por favor - y temo no poder resistirme más tiempo - tómame -

- Magnus - suspiro - ¿Estas seguro? - y solo me da un si

Tomo el frasco de lubricante sobre el gabinete para después abrir el condón con mis dientes, comienzo ah introducir uno de mis dedos presenciando un leve quejido, voy hacia adentro y afuera con lentitud, mi mano hormiguea al querer meter uno más.

Por petición del chico es que lo hago y antes de darme cuenta ya tengo tres de mis dedos en su interior dándole placer, sus gemidos saliendo ocasionalmente.

- Estoy listo - me dice y muero al escucharlo

Dejo de invadirlo y así alinear mi miembro en su entrada, mi respiración sin control de solo pensarlo, se estremece un poco al sentir mi cabeza tan cerca.

- Alec - es lejano pero lo escucho - Alec despierta, Alexander - cada vez es más fuerte

Doy un leve grito al sentir el piso contra mi, mi querida y dulce hermana tirandome de mi cama.

- Isabel - me quejo, es tan inoportuna - ¿Que necesitas? -

- Tienen que arreglarse para su cita - habla sin mirarme - ¿Lo recuerdas?, tú, Magnus, los niños. Irán al zoológico - de pronto siento un clic y lo recuerdo

Magnus y yo sentados en la estancia, una fluida conversación sobre nuestros intereses, enormes sonrisas y algunas bromas de por medio. Nuestro pequeños con Izzy en el patio jugando ah la pelota y rodando por el césped.

- ¿Sabes? hay un zoológico ah las afueras de la ciudad - comente cuando el silencio llego - lo estuve pensando y creí que ah ti y ah Max les gustaría acompañarnos - aparte la mirada por un segundo - mañana -

- Suena bien - me sonrío - Max estará muy feliz -

Me levante del suelo para tomar una ducha, sabía que la chica se haría cargo de Rafa por lo pronto y yo podía terminar mis deberes antes de irnos. Izzy tendría una presentación pronto lo que la hará viajar ah Texas en poco tiempo, Simón se quedaría para cuidar su tienda de mangas, video juegos, música y esas cosas, además, tenía una banda algo exitosa.

Tendría que buscar una niñera para mi hijo, su partida duraría por lo menos dos meses si sus diseños llegan ah ser reconocidos.

Tome una cazadora de mi armario antes de salir de mi habitación, opte solo por unos pantalones y playera blanca, algo sencillo, no tan formal.

Chocando con el destino - MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora