Cap. 5

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Máx y Rafa no dejaban de correr una vez que bajaron del auto, Alec había ido por las entradas y mi cabeza no dejaba de repasar los eventos de hace un momento.

No estaba seguro del porqué no dude en aceptar, dije que si porque lo deseaba, pero, ni siquiera titubie. Lo dije... sin arrepentimientos ni malas intenciones, lo quería, realmente lo quería.

Alec y Rafa ahora formaban parte de mi en solo una milésima de segundo, su padre en definitiva pudo cautivarme y vencer cada una de mis barreras en tiempo récord. Nunca había conocido ah alguien como Alec, tenía algo que aún no decifraba, algo que me hacía sentir tan... febril, tan vivo.

Él ni siquiera intento ir más allá, solo acepto mis palabras como un pase, como si realmente estuviéramos juntos pero no quisiera aprovecharse de la situación, aun buscaba una señal de mi, algo que le dictara cuando debía moverse y dejar esa cautela. Estaba esta tensión sexual sobre nosotros que intentaba olvidar, que me rogaba lanzarme sobre sus brazos para hacer el amor una y mil veces, sentir su toque sobre mi piel, su mandíbula cuadrada junto ah mi cuello y encontrar ese lado animal que lo volvía loco.

Quería que me tomara de forma fuerte y posesiva, que me marcará para no estar con nadie más.

Debía calmarme.

Tratar de respirar.

- Papi - mire hacia abajo - ¿ya podemos entrar? -

- Debemos esperar ah Alec - acaricie su cabello - no debe tardar -

- Yo lo veo ocupado - refunfuña Rafa y entonces caigo en cuenta de la situación - él no me agrada, es malo -

Mi chico estaba formado en la fila junto ah otro hombre, piel pálida, cabello rubio y en definitiva una sonrisa encantadora, ahora es mi ceño el que esta fruncido y hay algo que se embarga en mi pecho, como si punzara.

¿Eran celos?, lo son ¿cierto?, realmente lo son.

- Chicos - me pongo en cuclillas abrazándolos ah ambos - ¿Les parece bien llamar ah Alec? - ambos asienten - Digan "Hola papi" -

- Pero papi eres tú - responde mi hijo

- Es solo un juego cariño, si no lo hacemos ese hombre se llevará ah Alec y no iremos al zoológico - de pronto su rostro parece decidido

- Hola papi - Rafa es el primero en gritar - Hola papi, Alec - Máx grita aún más fuerte logrando captar su atención

Alec sonríe saludandonos con una de sus manos - papi - regreso mi atención ah mis chicos, sus ojos brillando más de lo normal - ¿Puedo tener dos papás hoy? -

- ¿Puedo llamarte papi también? - ambos estiran sus brazos hacia mi - ¿puedo? -

Sostengo ah ambos besando su mejilla - Claro pequeños - tomar la decisión por mi mismo estaba mal, pero al verlos tan esperanzados, con una sonrisa enorme sobre su rostro movió mi corazón, también quería una gran familia, ese era uno de mis sueños y sabía ah ciencia cierta que Alexander podía ser el indicado, ama ah su hijo tanto como yo al mío, Rafa poco ah poco ah logrado crear una grieta en mi corazón y espero que Máx consiga lo mismo en él.

Los quiero, aun no puedo soltarlo en voz alta, pero lo hago.

- Quiero ir con papá Alec -

Dejo que los pies de ambos toque el suelo sin separar nuestras manos y es entonces cuando nos movemos. Ahora mi chico no deja de vernos, sin embargo, de un momento ah otro el rubio parece furioso, ambas de sus cejas permanecen alzadas sobre mi, un gesto en su rostro que refleja pura repulsión y cuando hace lo mismo con mis hijos mi sangre hierve.

Chocando con el destino - MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora