Ten una cita conmigo, sus palabras aún retumban en mi cabeza, incluso un par de horas antes del evento. Mi juicio nunca había sido nublado por una sola oración, mucho menos por una persona, pero aquí estaba. Completamente deseoso y nervioso de que llegue la hora.
Mi pulso se acelera, mi piel se extremese. Cada poro de mi cuerpo permanece despierto con el pensamiento, con el recuerdo de su voz en mi mente, la carne de mi espalda hormiguea, siento calor incluso desde mis adentros. Mi piel ronronea al pensar en su toque. Todo mi cuerpo implora por Alec.
Imagino lo que sería esta noche.
Pienso en algo único y perfecto para nosotros, una velada incomparable. El como sus ojos conectan con los míos como si pudiera ver atravez de mi alma, como parece saber lo mucho que me atrae.
Tomo aire con lentitud, mi corazón palpita de nuevo al poder ver la enorme casa de mi ahora, novio. Max esta ah mi lado hablando sin parar de todo lo que hará con Rafael eh Izzy una vez que lleguemos, impidiendo que de la vuelta.
Los nervios me carcomen por dentro, no había tenido una cita desde...
Nunca.
No había salido con nadie en la vida, solo podía pensar en mi pequeño de ojos azules y él como sobre llevarlo con mi hermano. Pero ahora tenía un par de personas queriendo entrar en nuestras vidas y aun no sabía si hacía lo correcto con ellas, y no me mal entiendan, realmente las quiero conmigo, solo, no se si hago lo correcto para que se queden. No tenía familia, amigos, una casa estable oh algún trabajo seguro, no tenía absolutamente nada que ofrecerles, no quería parecer un caza recompensas frente ah ellos.
Solo podía darles un amor incondicional.
Quizás no era suficiente, merecen más de mi. Mucho más.
- Hola - su sonrisa es hermosa - te ves increíble -
- Gracias - me siento ansioso - también te ves genial -
- Hola p... api - mi corazón revolotea al escuchar la voz de Rafael, sus mejillas levemente sonrojada por los nervios - te ves muy brillante -
- Hola cariño - me coloco ah su altura acariciando su rostro con suavidad - gracias, ¿Crees que papá lo piense? - susurro mientras él asiente con fuerza - también lo creo -
- Es hora de irse - escucho ah Izzy de forma cantarina - no querrán retrasar aun más su primera cita, es una hermosa noche -
Miré ah aquella hermosa chica frente ah mi solo por un instante, Alexander tomo mi brazo con delicadeza guiandome al interior de su gran auto de negra pintura, me costó un poco subir en el pero las ansias de estar ah solas me dieron el impulso qué necesitaba para subir.
Alec me sonrió una vez logro ubicandose ah mi lado, encendió el aire acondicionado con su mano derecha para después encender el motor y tomar el volante de su auto, preciono suavemente el acelerador saliendo de su hermosa y voluminosa casa.
Mis nervios estaban ah flor de piel, era mi primera cita en la vida y temía arruinarlo todo, un magnifico y sexy hombre esta justo ahí, queriéndome apesar del tiempo que llevamos conociéndonos. Alec quería algo conmigo, con Magnus, Magnus Bane y ah mi aun no me entraba en la cabeza ese hecho tan historico.
El camino fue largo pero finalmente, después de un par de horas, llegamos ah lo que parecía una cabaña cerca de una pequeña arboleda, los pájaros cantaban y el aire se sentía tan puro, tan fresco.
- Es hermoso - murmure una vez abajo del gran auto - no creí que te gustaran los lugares como este -
- No - me sonrie entrelazando sus gruesos dedos con los míos - pero ah ti si - beso mi mejilla con dulzura guiandome de ah poco hacia la puerta de madera - es bueno consentirse de vez en cuando -
Él hace que olvide mi nombre. Que olvide todo, excepto al sexy hombre que hace que mi mente, cuerpo y alma arda en caóticas llamas repletas de deseo hacia su persona.
Alexander Lightwood es el hombre más fuerte, gentil, dominante y caliente que alguna vez eh conocido.
•••
- Traje las palomitas - sonreí mirando ah mi trío de niños festejar.
Simón tomo un gran puñado de ellas metiendolas ah su boca logrando hacer caer varias de ellas. Rafael, en cambio, dejo que Máx fuese el primero en probarlas alegrando un poco mi corazón.
Esos niños eran perfectos, me recordaban tanto ah Alec y yo de pequeños. Él siempre fue mi protector y yo lo era todo para él.
Aquel día de mi accidente estuvo tan devastado, tan arrepentido de no poder estar junto ah mi. Mi hermano mayor tenía una importante oportunidad de negocios y mis padres no podían llevarme ah mi clase de baile por el trabajo, aunque estaba bastante lejos ya era mayor así que en su momento dirigirme sola al lugar pareció una excelente idea, pero cuando menos lo pensamos un coche estampó conmigo cuando el semaforo estaba en luz roja. Estuve meses en el hospital, siempre tuve bajas y altas pero logre sobrellevarlo hasta poder recuperarme.
Perdí ah mi bebé ese día... y mi porcentaje de maternidad cayo en picada.
Tener éxito ah estas alturas sería un milagro, sin embargo, Alexander no me dejo caer y con él, Simón vino ah mi rescate, ahora estamos en proceso de adopción, se que lo lograremos. Tener ah ese par de nenas en mi vida sería la mayor alegría que podría tener en mi vida. Con Máx, Simón y Rafael ya era feliz, con Magnus queriendo ah mi hermano lo era aun más, pero... si logrará tenerlas sería la persona más feliz en la tierra.
- ¿Estas bien? - mi esposo toma la punta de mis dedos entre sus manos.
- Si - sonreí besando su frente con dulzura - solo - suspire un momento - estoy muy feliz -
•••
Me hice dueño de una fuerte bocanada de aire antes de dejar el magnífico trasero de Magnus sobre una silla del comedor dejándome tembloroso. Nunca estuve nervioso, esta era mi primera vez y el miedo era precisamente lo que me tenía en este modo.
El miedo ah fracasar, ah no ser suficiente.
No estaba en mi primera cita, pero por alguna razón me sentía en ella.
Magnus era diferente, era tan nítido eh inocente, lo que sentía por él era sincero. Esto no era algo pasejero, se trataba de encontrar eso que no sabía que estaba buscando justo en él, que entienda que lo único que deseo muy aparte del acto sexual sea que me toque el alma, que se adentre en mi interior tanto que nunca quiera dejarme ir porque es exactamente eso lo que yo haría por él, quiero que note que sin importar los obstáculos oh la indiferencia estaré justo ah su lado anhelando aquel amor que hasta ahora estoy empezando ah sentir. Mi amor haría lo que sea por Magnus Bane, nunca me quedaría de brazos cruzados.
Amor... son solo cuatro letras, pero como me hacen estremecer.
Lo observe sobre la mesa, el viento golpeaba el vidrio de las ventanas y las velas calentaban el lugar con agradables ondas, el moreno comía tiernamente el puré en su plato y mis manos estaban firmes sobre la mesa, mi atención estaba en él. No podía perderle.
- A-aalec - posa su vista en la mía complemento sonrojado - y-yo, no es que me moleste pero... podrías dejar de mirarme - apaga su voz con cada palabra
- Eres hermoso -
Se que siente algo, se que siente lo que yo.
- Tú piel, tus ojos, tu sonrisa oh tu cabello, la manera en la que ríes, en la que me miras disimuladamente, incluso cuando te sonrojas - coloco mi mano en la suya - tu forma de hablar y de caminar. Eres tan perfecto cariño... y tan mío -
Sus ojos brillan, su boca tiembla.
Y se que me tiene... él me tiene.
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Chocando con el destino - Malec
FanficAlec Lightwood, con 25 años, es padre soltero de un pequeño llamado Rafael. Su trabajo siempre lo ah mantenido ocupado, sin embargo, siempre tiene tiempo para su pequeño de 8 años. Magnus Bane, con apenas 19, había sufrido de violencia domestica por...