Murasakibara: Me Vuelves Loca (Aún Escribiendo)

Conociendo a Murasakibara (pt 1)

Allí estaba yo, sentada en un banco del hermoso jardín del patio de la escuela, por cierto sola. Porque es ley comer sola el primer día de clases cuando eres nuevo, sobretodo si eres también diferente a los demás. Y con diferente me refiero a que soy la única occidental de toda la escuela, lo cual es aterrador. No se si ellos me tienen más miedo a mi o yo a ellos. Me miran constantemente y hacen comentarios que mi pobre conocimiento en japonés aún no logra entender. Intenté toda la mañana ser amigable y sonreír pero salen corriendo al primer contacto visual que hago. Y así fue durante toda la semana siguiente, mis recreos y almuerzos sola, sin nadie con quien hablar; hasta llegue a pensar que iba a ser así durante todo el resto del año escolar, o peor aún durante el resto de vida escolar que me quedaba por delante...
Otro día solitario más, común y corriente, decidí después de clases pasear un rato por el campus, ya que contaba con un enorme predio verde, el cual ese día tenía la extraña necesidad de recorrer. Estaba soleado y el cielo tan celeste que por un momento olvidé mi Soledad y fui feliz. Tome mi mochila, me la puse sobre un hombro, metí un chupetín sabor frambuesa en mi boca y comencé a caminar. La brisa hacia que las tablas de mi pollera se bambolearan suavemente y mi pelo se mezclara con el aire. Allí estaba yo, caminando felizmente aunque había tomado la decisión que lo mejor era mantener la mirada hacia el piso, así evitaba seguir asustando a mis compañerxs. De pronto veo unos enormes pies caminando hacia mi, pensé a mis adentros que era raro que todavia haya alumnos merodeando el colegio, ya que todos acuden a sus clubes o se reúnen con amigos al terminar la jornada. También pensé que lo mejor era no intentar socializar más ya que posiblemente esos enormes pies salgan corriendo cuando suba la mirada y haga contacto visual (quizás tengo una mirada fuerte? O parezco una chica ruda? O es porque soy la chica más alta de toda la escuela? No lo sé, pero internamente me considero amable y dulce aunque mi cara no transmita lo mismo), así que continué caminando a la espera de que esos hermosos tenis blancos con franjas moradas me esquiven. Aparentemente no iban a esquivarme, seguían hacia mi dirección, y por algún extraño motivo me puse firme y tampoco cambié de dirección, por qué debería hacerlo? No tenía nada que perder, una persona más que me tema no significaba demasiado a esa altura. Cerré los ojos por un instante y de repente sentí como si mi cuerpo hubiese chocado contra una enorme roca, literalmente sentí un fino temblor recorriendo todo mi cuerpo acompañado de una leve sensación de indignación/enojo/curiosidad por saber quien era aquella persona. Moría de ganas de subir la mirada, pero antes de hacerlo dediqué 3 segundos a inhalar profundamente y deleitarme con el riquísimo aroma combinado de perfume y golosinas que estaba entrando por mi nariz, casi podía saborearlo.
Tomé valor y subí la mirada, pero me sorprendí al ver que debía seguir subiendo para conocer la cara de mi Roca (ya había decidido que ese iba a ser su apodo, sin siquiera haber visto su cara). Y creo que fue por primera vez en mucho tiempo que me sentí intimidada ante una persona de ese colegio. No se si fue porque me llamó la atención la manera en que sus ojos y su pelo combinaban tan bien en ese púrpura intenso, o porque fue el primero en no asustarse y salir corriendo, por el contrario su mirada caía fijo sobre mis ojos, inclinando la cabeza levemente hacia abajo para poder mirarme, y yo inclinandola hacia arriba. Sus ojos me transmitieron un poder intenso que se enlazaba con una sensación desconocida, la cual me hacía sentir un cosquilleo placentero en la parte baja de mi vientre. Fueron unos pocos segundos que mantuvimos la mirada fija el uno con el otro, pero yo sentía que era una eternidad y podía percatarme de que un fuego repentino recorría mis mejillas y se expandía por todo mi cuerpo.
Por fin rompió el tenso silencio
Murasakibara:- mmm..? Acaso te conozco? (Dijo casi susurrando con un tono de desinterés absoluto y una mirada sobrante con los párpados semi caídos).
Yo:- Lo dudo mucho, soy nueva aquí (mi intención al principio era ser amable pero terminé desafiandolo ante ese tono arrogante) y posiblemente esta noche tengas pesadillas por haberme mirado fijamente a los ojos (agregue con tono sarcástico).
M:- Ja! No creo que un pequeño elfo del bosque pueda darme pesadillas pero buen intento ( dijo manteniendo su tono altanero y sumando una media sonrisa de costado).
Lo miré con odio por haberme tratado de enana cuando sabía perfectamente que no lo era (aunque para una persona de 2 metros cualquiera queda pequeño), así que rápidamente quite el chupetín de mi boca, levante mi ceja derecha en modo de reproche y cuando estaba por retrucar su respuesta, expresó una sensación de placer y me dijo:
M:- me debes 5 de esas paletas. Tienes tiempo hasta mañana por haberme chocado. Mira, arrugaste mi uniforme (y se toca la barriga como queriendo alisar la camiseta rayada púrpura y blanca, la cual tenía toda la pinta de pertenecer al equipo de basket).
Fue tal el desconcierto en ese momento que mi boca quedó entreabierta sin poder emitir palabra alguna. Su actitud engreída me dejó pasmada. Y en ese momento cuando apuntó a marcharse, me quita la paleta de los dedos sin permiso alguno y se la mete en su boca, manteniendo su mirada fija en mi con actitud desafiante.
Esa tarde fue de pura confusión. Fueron un par de minutos donde sentí un cóctel de sensaciones nuevas junto con algo de enojo pero a su vez un poco de excitación. Quien era ese misterioso chico Roca? Nisiquiera sabía su nombre y ya me había exigido caramelos a cambio. Acaso era una especie de bravucón? Pues no pensaba quedarme cruzada de brazos. Esa tarde en la vuelta a casa no pare de pensar en él, en su maldita forma de hablar arrogante, en su maldito perfume que por alguna razón todavía podía sentirlo en mi uniforme, y que muy internamente deleitaba...